Dependencia emocional: ¿Cómo detectarla y cómo superarla?

Dependencia Emocional: Aprende a detectarla y superarla

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Dependencia emocional: ¿Cómo detectarla y cómo superarla? Las relaciones de pareja tienen una gran capacidad para generar mucha felicidad o mucha tristeza, y además, en relativamente poco tiempo.

Pero además, se caracterizan porque estas emociones surgidas del vínculo amoroso pueden llegar a cubrir prácticamente todos los ámbitos de la vida de las personas involucradas en ese noviazgo o matrimonio. Por eso es importante detectar cuanto antes los problemas de pareja que puedan surgir.

En las siguientes líneas vamos a poner el foco en una de las problemáticas más habituales en esta clase de dinámicas relacionales y amorosas, y que se da cuando el miedo al abandono toma las riendas de lo que hacemos ante la persona de la que nos enamoramos. Veamos qué es la dependencia emocional en una relación de pareja y cómo detectarla.

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Índice

¿Qué es la dependencia emocional?

Empecemos aportando una breve definición del término “dependencia emocional”. Se trata de una dinámica psicosocial que se da en la interacción habitual entre dos personas, de modo que una o ambas desarrollan la necesidad de ajustar constantemente todos sus comportamientos para satisfacer a la otra, actuando desde el miedo al abandono o a generar una reacción emocional de rechazo.

Así pues, la dependencia emocional puede ser entendida como una manera disfuncional de gestionar las emociones y de adoptar patrones de comportamiento al relacionarse con alguien, que tiene como resultado una lógica de constante sacrificio sin tener en cuenta otros aspectos de la vida ni cuáles deben ser los límites que no deben ser cruzados mediante el auto-desgaste y la vulneración de la propia dignidad.

Las relaciones marcadas por la dependencia emocional pueden ser de todo tipo, siempre que tengan el tiempo suficiente para desarrollarse como tales (es complicado que se dé una verdadera dependencia emocional tras pocos minutos de entrar en contacto con una persona por primera vez). Sin embargo, en la práctica es mucho más habitual que se dé en las relaciones de pareja, en buena parte porque que se dan dos condiciones especiales: se basan en un vínculo amoroso muy fuerte y se establece la expectativa de que dure toda la vida, pero al mismo tiempo, o existe la misma presuposición de incondicionalidad que tradicionalmente se asocia a los vínculos con la familia de sangre.

Por ello, en el resto de este artículo vamos a centrarnos específicamente en las señales clave para saber reconocer la dependencia emocional en una relación de pareja, partiendo del punto de vista de quien desarrolla esa necesidad de amoldarse a la otra persona.

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Síntomas: ¿Cómo detectar la dependencia emocional en la pareja?

A continuación veremos una serie de síntomas que nos ayudarán a detectar si sufres dependencia emocional:

1. Intenta reforzar el vínculo desde el miedo al abandono

Esta es la principal característica de la dependencia emocional: lo que nos motiva a mantener la relación no es tanto la satisfacción y felicidad que nos genera, sino la evitación de un cierto dolor emocional, el que nos produciría el rechazo.

2. Todas las actividades vienen determinadas por la presencia o ausencia de la otra persona

Evidentemente, es normal que en una relación de pareja muchas de las actividades de la semana tengan lugar intentando respetar la necesidad de disfrutar de tiempo juntos y de coordinar actividades para no causarle inconvenientes a la otra persona.

Sin embargo, cuando lo que hacemos en todo momento tiene su razón de ser en si esa persona está físicamente cerca de nosotros o no, esto indica que tenemos un problema.

3. El único criterio para regular su autoestima depende de cómo le ve su pareja

Otra de las características de la dependencia emocional es que esta se convierte en el principal motor del mantenimiento de la autoestima, de manera que percibimos lo que valemos a través del prisma de si hacemos o no lo suficiente para mantener a esa persona a nuestro lado.

4. Tiende a asumir que el malestar de tu pareja se debe a ti

Esta es una de las señales de dependencia emocional en una relación de pareja que indican la capacidad de desgaste físico y psicológico de esa dinámica.

Ocurre incluso cuando la causa objetiva del malestar de la otra persona no tiene nada que ver con nosotros: en estos casos, la sensación de no poder hacer que se sienta mucho mejor nos lleva a sentirnos responsables directos de lo que ocurre.

5. No tiene claro los límites del respeto del uno hacia el otro

Finalmente, la falta de referentes acerca de hasta qué punto uno mismo puede ceder o sacrificarse por la otra persona es otra de las indicaciones de que existe un problema dependencia.

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6. Viven las relaciones a partir del miedo y la evitación

Las personas emocionalmente dependientes tienden a iniciar relaciones poco sanas, manteniendo sentimientos poco adaptativos, pues sienten un temor en que la relación se termine en algún momento. Es decir, que no “mantienen viva” esa relación por la felicidad y bienestar que les aporta, sino por el malestar que creen que les generaría que esta terminase. Están luchando constantemente por evitar que ese vínculo se estropee a causa de sus propias limitaciones como seres humanos imperfectos.

7. Siempre priorizan el bienestar de la otra persona

Resulta muy común que estos individuos, al presentar una dependencia emocional que les lleva a intentar prevenir una eventual ruptura o finalización de la relación de trato cotidiano, no piensen en sus propias necesidades, dándole mayor prioridad a su pareja, familiares o amistades. Por eso, tienden a presentar sensibilidad ante la aprobación y desaprobación por parte de la persona hacia la que se ha desarrollado dependencia emocional, de modo que cualquier posible experiencia insatisfactoria pueda ser remediada o compensada en el momento.

8. Viven relaciones inestables por el efecto de profecía autocumplida

Si una persona presenta dependencia emocional, lo más probable es que su relación se vea afectada hasta llegar a una ruptura o crisis por la dificultad misma que presenta. Esto es lo que se conoce como profecía autocumplida: su actitud ante la otra persona hace que surja un malestar y/o una hostilidad en el trato, en este caso a causa de que la otra persona siente que, como la otra, se percibe a sí misma como una fuente de molestias constantes que deben ser corregidas y “disculpadas”, quizás lo sea, convirtiendo ese vínculo en algo frustrante.

Vale precisar que la ruptura lo vendría a realizar la persona que es consciente de las dificultades del otro, pues es raro que el dependiente emocional logre ser quien termine un vínculo afectivo (a no ser que se disponga de asistencia psicológica profesional y esa resulte ser la solución más efectiva, o parte de ella). Al existir una ruptura, el dependiente creerá que puede ser dejado de forma fácil y puede que se den sentimientos de culpa por haber ocasionado esa eventualidad.

9. Su vida social queda significativamente reducida

La persona con dependencia emocional experimenta una necesidad excesiva y adictiva de estar con la otra persona y demostrar su lealtad hacia ella, lo que puede generar que se olvide de su propia familia, de sus pasatiempos y de sus propios cuidados. Es decir, que dedica demasiado tiempo y esfuerzos a mantener a flote esa relación, sin saber poner un límite entre lo que puede aportar y lo que supone perder calidad de vida y una vida social satisfactoria.

La finalidad de estar totalmente a la disposición del otro es un intento por asegurarse de que la otra persona esté totalmente satisfecha con él o ella. Muy frecuentemente las personas dependientes emocionalmente se ven afectadas en su área social, incluso cuando alguien más las necesita, pues deciden pasar poco tiempo con sus amistades y hasta sus propios padres, hermanos, primos, tíos, etc.

10. Sufren dificultades psicológicas basadas en la ansiedad y la baja autoestima

Los celos, la culpa, la frustración y la ansiedad forman parte de la experiencia cotidiana de las personas con dependencia emocional frecuentes que se presentan en la persona que posee dependencia emocional, porque están siempre “a la defensiva” intentando captar rápidamente señales de que algo en la relación no va bien. Debido a ello, presentan baja autoestima, niveles elevados de estrés, inseguridad, descontrol emocional, pensamientos obsesivos recurrentes, y se exponen más al hecho de desarrollar adicciones para tratar de aliviar transitoriamente ese dolor emocional. Es importante precisar que todas estas dificultades psicológicas se acentúan cuando se da una ruptura y no se dispone de apoyo psicoterapéutico.

¿Cómo afecta psicológicamente la dependencia emocional en el ámbito de la pareja?

Aunque la dependencia emocional puede darse también en las relaciones familiares y de amistad, es en la pareja donde es más fácil identificar sus aspectos nocivos. A continuación encontrarás un resumen de sus efectos psicológicos más relevantes en las relaciones de pareja.

1. Miedo a no gustar

Una de las constantes más habituales en la dependencia emocional es el miedo a no gustar o ser rechazado tanto por la propia pareja (o por la persona hacia la que se ha desarrollado un vínculo disfuncional de este tipo).

Con el objetivo de agradar a esa persona importante para uno mismo, las personas con dependencia emocional tienden a amoldarse a los gustos y planteamientos de sus interlocutores, cambiando su personalidad en función de con quién hablen. De esta manera renuncian a su identidad, lo cual a su vez puede generar incomprensión y rechazo por parte de los demás, al detectar un comportamiento poco sincero e inauténtico.

2. Miedo al abandono

El miedo al abandono es la segunda parte del miedo a no gustar. Una vez la relación ya sea ha empezado a consolidar, la persona que sufre dependencia emocional asume que solo puede ser feliz si ese “alguien” especial se mantiene a su lado. Pero a la vez, siente que debe esforzarse mucho y adoptar una actitud proactiva para evitar que la relación llegue a su fin, porque está establecida sobre dinámicas de compensar por los propios defectos (o, al menos, lo que la persona percibe como sus defectos).

Es decir, que la emoción que más alimenta esa relación no es la felicidad y la satisfacción de estar con esa persona, sino el miedo a que deje de estarlo. Es, por tanto, una dinámica basada en la evitación de un malestar que queda anticipada.

3. Tendencia a renunciar al propio bienestar

Renunciar de manera sistemática a los propios proyectos, sueños o ambiciones es también otra de las señales de que nos encontramos ante un caso de dependencia emocional y otro de los mayores generadores de ansiedad en la persona dependiente.

Esta renuncia permanente se lleva a cabo con el objetivo de agradar a la persona de la cual se es dependiente y a veces se llega incluso a renunciar a los propios amigos y familiares.

4. Obsesiones

Las principales obsesiones que sienten las personas con dependencia emocional tiene que ver con la idea de que su pareja les engaña, o que va a encontrar a alguien mejor o que los va a abandonar.

Estos pensamientos recurrentes se convierten en la tónica habitual de muchas personas que presentan un caso de dependencia emocional y también generan mucha ansiedad en quienes los padecen. Surgen en su consciencia sin previo aviso y hace que se pongan en “estado de alerta” tanto buscando indicios de que la otra persona sigue queriendo estar a su lado como ideando maneras de satisfacerla para que no terminen la relación. En muchos casos, las personas que sufren dependencia emocional se sienten culpables si se relajan y dejan de pensar en maneras de cumplir las expectativas que creen que deben cumplir.

5. Sentimiento de soledad

La persona con dependencia emocional siente que está incompleta sin tener a su lado a ese alguien especial, pero a la vez, no puede evitar sentirse sola, porque debe estar comportándose de una manera muy artificial frente a ella y no puede permitirse el lujo de exponer sus preocupaciones y miedos por temor al abandono.

6. Sentimiento de inferioridad y baja autoestima

Como se ha indicado, muchas personas con dependencia emocional creen que son insuficientes para su pareja, y de igual manera, también suelen considerar que son inferiores al resto de personas de su entorno.

De nuevo, se trata de un pensamiento recurrente que genera ansiedad, malestar y unos niveles bajos de autoestima. A su vez, esta falta de autoestima refuerza el resto de efectos de la dependencia emocional que hemos visto hasta ahora.

7. Insatisfacción con la relación

Como resultado de todo lo anterior, quien sufre dependencia emocional ve cómo esa relación en concreto absorbe su vida, y a la vez es una relación incapaz de proporcionarle felicidad. Sin embargo, dado que esta si ha establecido sobre el temor al abandono, la persona no se decide por terminarla o reformularla: sume el mal menor a corto plazo (a pesar de que a largo plazo no lo es y le aporta mucho más sufrimiento).

Perfil de la persona con dependencia emocional

La persona emocionalmente dependiente presenta un sentimiento de vacío el cual siente que necesita ser llenado por otra persona, vive en continua vigilancia para tratar de detectar alguna señal que pueda hacerle saber que su pareja puede estar interesado/a en alguien más y pueda dejarla/o, presentan esquemas mentales desajustados y disfuncionales sobre las relaciones amorosas, familiares y sociales.

El perfil más común dentro de una persona con dependencia emocional coincide con:

1. Baja autoestima y necesidad de deseabilidad social

La autoestima de la persona dependiente es muy baja, a lo largo de su vida de relaciones sociales suele tener la necesidad de gustar y caer bien a todo el mundo. La persona emocionalmente dependiente tiene muy interiorizada la creencia de que si dejan de quererle no sabrá valerse por si misma.

2. Miedo a la soledad y presión social

Resultado de la creencia de que no puede valerse por si misma surge un miedo desproporcionado a la soledad.

Se añade a esto la presión social, que constantemente nos lleva a la conclusión, desde el cine, series, obras literarias y mensajes publicitarios, de que una persona es exitosa en su vida si tiene pareja, y que lo contrario es signo de que algo va mal. De este modo, el amor se transforma en la “idealización del objeto amoroso” hasta la obsesión.

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Claves para superar la dependencia emocional

A continuación encontrarás una serie de claves para tratar de superar la dependencia emocional en las relaciones de pareja.

1. Trabajar la propia autoestima

Trabajar la propia autoestima, Será clave en caso de que detectemos nuestra tendencia a establecer relaciones de dependencia. La asertividad, o capacidad para expresar mis necesidades, deseos u opiniones, sin que el otro se sienta agredido (ver artículo sobre asertividad), será uno de los principales objetivos para recuperar la autoestima.

2. Trabajar las creencias que mantienen tu inseguridad

Ya que en la mayoría de los casos, no son racionales y suelen deberse a aprendizajes tempranos. A veces, estas creencias son tan persistentes, que es necesaria la ayuda profesional para profundizar en ellas y poder cambiarlas de manera eficaz.

3. Tratar de mantener nuestro mundo, fuera de la relación

Sabiendo que no es incompatible con la pareja, cuidando las relaciones familiares y de amistad, así como nuestras inquietudes y ocio fuera de la pareja, será primordial para no perder los referentes y puntos de apoyo fundamentales para cualquier persona.

4. Entender que el amor no es sufrimiento

Entender que el amor no es sufrimiento, y que el otro no es nunca inferior o superior a mi, para que pueda establecerse un vínculo fuerte en la pareja, es fundamental para una salud en la relación.

5. Afrontar el miedo a la soledad

Afrontar el miedo a la soledad, con pequeñas y cotidianas conductas, como ir al cine, a un museo, dedicarse tiempo a uno mismo cuidando la alimentación, haciendo deporte o realizando a solas esas pequeñas cosas que me hacen sentir bien y que me gustan, sin llamar al otro o esperando a que esté presente para realizarlas, ayudará a comprobar que uno puede valerse por si mismo.

6. No renunciar a cosas que son importantes para uno mismo

No renunciar a cosas que son importantes para uno mismo porque la pareja nos lo pida, o porque creamos que “eso impedirá que me dejen”.

7. No entender el amor como una lucha de fuerzas

No entender el amor como una lucha de fuerzas en la que “el otro ha de estar sometido para que pueda quererme”.

8. Permitir que la pareja se exprese

Permitir que la pareja se exprese y que no tenga que estar siempre de acuerdo con mis ideas para no sentirme agredido/a.

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Referencias bibliográficas:

Biscotti, O. (2006). Terapia de Pareja: una mirada sistémica. Buenos Aires: Lumen.

Iancu, I., Bodner, E., & Ben-Zion, I. Z. (2015). Self esteem, dependency, self-efficacy and self-criticism in social anxiety disorder. Comprehensive psychiatry, 58, 165–171.

O’Donohue, W. and Ferguson, K.E. (2006). Evidence-Based Practice in Psychology and Behavior Analysis. The Behavior Analyst Today.

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Morgan, J.P. (1991). What is codependency? Journal of Clinical Psychology 47(5): 720 – 729.

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autora del artículo

Laura Palomares Pérez

PSICÓLOGA - SEXÓLOGA COLEGIADA M-15270

Laura Palomares (Madrid, 1973) se licenció en Psicología en la por la UAM, funda y forma parte de Avance Psicólogos desde el año 1999. Amplía su formación en los siguientes ámbitos de la psicología: Título de Formadora en Sexología por el Instituto de Ciencias Sexológicas (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henarés. Master en Sexología por el Instituto de Sexología de Madrid (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henares. Prácticum en la Sociedad Sexológica de Madrid-Fundación SEXPOL. Título de Especialista en Terapia Gestalt, por la Fundación Laureano Cuesta en la Universidad de Comillas. Especialista en Terapia de Pareja, por el Centro Psicológico Dr. De Francisco. Diploma en Técnicas de Integración Cerebral (TIC), por el Centro de Terapias de Avanzadas. Tras 25 años de experiencia como psicoterapeuta, ahora colabora como divulgadora para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

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