5 formas de ayudar a alguien que sufre un trastorno psicológico
5 formas de ayudar a alguien que sufre un trastorno psicológico. Más allá de lo que ocurre durante las sesiones de psicoterapia, hay muchos factores que influyen en las probabilidades de que estas tengan éxito o no en llevar al paciente hacia sus objetivos.
En concreto, la implicación de los amigos o familiares es un aspecto capaz de aportar beneficios muy importantes en quien acude al psicólogo. E incluso en quienes aún no han empezado a buscar ayuda profesional, el poder contar con el apoyo de sus seres queridos puede marcar la diferencia.
Por eso, aquí veremos un resumen de algunas formas de ayudar a alguien que sufre un trastorno psicológico; recomendaciones pautas a seguir y a la hora de hacer su día a día un poco mejor.
Cuando trabajan ofreciendo terapia a los pacientes, la meta de los psicólogos no es hacer que estos “se curen” simplemente manteniendo conversaciones con ellos, ni haciendo que algo en su cerebro cambie repentinamente y empiece a generar bienestar en personas que antes se sentían tristes o ansiosas.
Al contrario, el objetivo de la psicoterapia no es generar cambios aislados en el paciente, tal y como haría un doctor que cose un corte; el objetivo es permitir que el paciente aprenda a exponerse y a generar contextos, situaciones, capaces de participar en su proceso de recuperación y conquista del bienestar. Dicho de otro modo, la clave de la psicoterapia está en entrenar al paciente para que adopte otros hábitos y rutinas a la hora de interactuar con su entorno y con los demás.
Es por eso que tiene mucho sentido ayudar a una persona que está pasando por dificultades merecedoras de una visita al psicólogo, dado que introducir un cambio en el día a día de esa persona a través de nuestras acciones, consejos y ofrecimientos puede hacer que su manera de gestionar su problema sea más adecuado; al ayudar a alguien, estamos modificando el contexto al que se expone día a día, a fin de cuentas.
En este sentido, aquí encontrarás algunos consejos útiles para ayudar a alguien que ha desarrollado o puede estar desarrollando un trastorno psicológico, sin olvidar que es inútil y contraproducente pretender cargarse todos sus problemas sobre tus espaldas y que quien puede hacer más por su bienestar es esa persona con la ayuda de profesionales de la salud mental.
Es muy importante que la persona acuda a psicoterapia para que pueda gestionar del mejor modo posible el problema que le afecta, o incluso superarlo totalmente, en algunos casos.
Para ello, es útil que te informes acerca de los aspectos fundamentales de en qué consiste la psicoterapia y cómo se trabaja en ella, y que de ese modo la puedas tranquilizar aportando datos que le quiten los miedos y dudas. En el blog de nuestra web puedes encontrar información útil que te puede resultar de utilidad.
Por otro lado, también te puedes ofrecer a acompañar a esa persona a la primera sesión de psicoterapia, para que se sienta más segura y a la vez tenga más incentivos para no olvidarse del tema y dejar pasar el tiempo.
Una persona con un trastorno psicológico (como por ejemplo una depresión o una adicción) percibe la realidad de otra manera, y muchas veces es más sensible a aspectos de su entorno que le dan miedo o le producen desconfianza. Por eso es importante que no la juzgues por lo que siente; eso no solo no ayudará en nada, sino que puede hacer que se aleje de ti y se aísle más.
En psicoterapia, es muy frecuente que se pida a los pacientes que lleven un diario, y que vayan anotando lo que sienten y piensan acerca de lo que les hace sentir mal y lo que les hace sentir que están progresando. Tú puedes actuar como recordatorio de que lo tienen que llevar al día, aunque no les pidas que te cuenten lo que han escrito en él si no quieren revelar esos secretos.
Otra de las características de la psicoterapia es que en ella se suelen plantear retos que llevan al paciente a ganarle terreno a los síntomas de su trastorno. Por ejemplo, en el caso de la fobia social se fijan objetivos de interacción social con personas desconocidas o semi-desconocidas.
En este sentido, puedes preguntarle a la persona a la que quieres ayudar si puedes hacer algo por ella, aunque solo sea para no ponerle obstáculos. Por ejemplo, si uno de los objetivos que se ha marcado la persona es estudiar en lugares en los que no hay distracciones, eso te tendría que llevar a no poner la música alta, no ir a llamar su atención mientras se dedica a la tarea, etc. Y si el objetivo es no exponerse a comida con altas cantidades de azúcar, le puedes proponer tirar al contenedor de la basura aquello que lleva en la nevera desde antes de ir por primera vez al psicólogo y que tiene una alta cantidad de glucosa.