Ansiedad al dejar de fumar: ¿cómo superarla? Según datos oficiales, el consumo del tabaco ha descendido considerablemente a nivel global. En 2020, el porcentaje de fumadores era de 22,3%, una cifra bastante menor al 32,7% del año 2000. Es decir que, en 20 años, los fumadores representan alrededor de un 10% menos.
Dejar de fumar no es fácil, esto ya lo sabemos. Si alguna vez lo has intentado, sabrás la ansiedad que puede provocar dejar de fumar; el abandonar la nicotina puede ser todo un reto para tu estabilidad emocional. A veces, esta ansiedad es tan descomunal que muchas personas caen de nuevo en la adicción, solo por evitar esta desagradable sensación.
¿Por qué el tabaco es tan adictivo?
Sí, el tabaco es extremadamente adictivo, y realmente cuesta mucho dejar de fumar. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué ocurre con nuestro cerebro cuando lo sometemos a las sustancias del tabaco?
El funcionamiento es parecido al de otras drogas que producen adicción: se basa en el mecanismo placer-distracción, que permite al consumidor abstraerse de los problemas del mundo real. Cuando inhalamos la nicotina, los circuitos neuronales se llenan de dopamina, un neurotransmisor que produce sensación de placer y que, por tanto, hace que la persona sienta que necesita más cantidad de esa sustancia.
Por otro lado, la nicotina produce en el consumidor una sensación de euforia, ocasionada por la súbita segregación de adrenalina que, si bien no se segrega en cantidades elevadas, sí lo suficiente como para acelerar el metabolismo de la persona que consume.
Es comprensible, pues, que al abandonar el consumo de esta sustancia el cuerpo se resienta. El cerebro del adicto relaciona el fumar con la sensación de placer y bienestar, y entiende que, sin el tabaco, esto no le será posible. Es por ello por lo que dejar de fumar provoca el temido síndrome de abstinencia, que tantas sensaciones desagradables conlleva.
Ansiedad y fumar
La ansiedad es un sentimiento muy desagradable que comporta miedo e inquietud. Los síntomas son, por lo general, también físicos: sudores, palpitaciones, respiración acelerada… todo ello es la manifestación de un desarreglo emocional que puede tener su base en diversos motivos.
El tabaco y la ansiedad están relacionados de forma muy estrecha, pues se ha comprobado que las personas que fuman sufren unos niveles de ansiedad mayores que las que no fuman. Dejar de fumar supone, pues, alterar todavía más estos niveles de ansiedad, lo que puede desdecir a la persona que ha decidido abandonar el tabaco.
Sin embargo, hemos de decir que este estado ansioso es transitorio. Con la ayuda de buenos profesionales y de mucha voluntad es posible superarlo y dejar de fumar de forma satisfactoria. Vamos a ver a continuación cómo hacerlo.
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¿Cómo dejar atrás la ansiedad al dejar de fumar?
Ya hemos visto que dejar de fumar es complicado, pero no imposible. Sin embargo, hay que insistir en ello: no es posible hacerlo sin ayuda. Estamos hablando de una adicción, por lo que la persona se vuelve dependiente de la sustancia y, por tanto, no tiene la capacidad de desengancharse por sí sola.
Para dejar de fumar debes contar siempre con la ayuda de un profesional, pero aquí te dejamos algunos consejos extras que pueden ayudarte en el proceso.
1. Recompénsate por tus logros
No olvides que estás en una batalla difícil, así que date recompensas por los pequeños logros diarios: una comida que te guste, una película o un libro; cualquier elemento que te ayude a sentir bienestar cuando hayas superado la tentación de la recaída.
2. No vayas a lugares donde se pueda fumar
Los lugares donde se permite el tabaco son claras tentaciones para ti. Mucho mejor acudir a sitios donde no se pueda fumar, como teatros, cines o gimnasios. Como extra, quizá descubres una afición que desconocías y que te encanta y te ayuda a olvidar tus ganas de fumar.
3. Cuídate y haz deporte
El consumo de alcohol y café puede hacerte pensar en fumar, pues son actividades que suelen ir de la mano. Mejor si evitas estas sustancias durante los primeros meses, más si tenemos en cuenta que tanto el alcohol como la cafeína aumentan la ansiedad.
Cuidar tu alimentación es muy importante para que lleves bien el proceso de dejar de fumar. Una dieta rica en frutas, verduras y legumbres puede ayudarte a mantener los niveles de azúcar y evitar los bajones de energía que te hagan caer en la tentación de fumar.
Por otro lado, el deporte es algo básico. Te ayudará a disminuir los niveles de ansiedad y te sentirás mejor. Es muy recomendable también practicar ejercicios de relajación, como el yoga o el mindfulness. Este tipo de ejercicios te ayudan a tomar las riendas de tu mente y no caer en la compulsión de fumar.
4. Apóyate en objetos
Puede parecer extraño, pero a muchas personas les ayuda tener objetos en la boca y en las manos a la hora de dejar de fumar. Un lápiz o un chicle pueden resultar útiles en este sentido.
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Referencias bibliográficas:
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