¿Cómo saber si estoy enamorada?
El amor, estar enamorada o enamorado… son sentimientos tan confusos que a veces nos llegamos a preguntar si es amor lo que sentimos, es solo un encaprichamiento o sencillamente nos gusta una persona. El enamoramiento es una cascada de sentimientos que pueden a llegar a ser tremendamente confusos: te gusta cómo es una persona y te hace sentir bien, pero no te atrae físicamente a primera vista, no puedes parar de pensar en esa persona, pero al mismo tiempo te enfadas, …
Es difícil tener la certeza completa de que lo que sentimos es amor o enamoramiento. Y más, hoy día, cuando la manera de relacionarse tanto ha cambiado. Antaño, te enamorabas de alguien y lo más probable era que ese primer amor fuera la persona con la que te ibas a casar. Ahora, el miedo al compromiso es algo que está muy presente, la gente no quiere ataduras, con lo cual se desarrollan vínculos, pero sin acercarse demasiado, entonces, quien primero se enamora, pierde.
Así, es normal que le tengamos miedo a enamorarnos y querer detectar cada señal que nos diga si es un voto a favor o en contra de lo que sentimos. ¿Es lo mismo amor que enamoramiento? ¿Cómo saber si estoy enamorada o no? ¿hay alguna red flag que tenga que tener en cuenta cuando estoy conociendo a alguien? No hay una única forma de estar enamorada, pero en este artículo te nombraremos algunas señales que te pueden ayudar a detectar si estás enamorada o no.
Nuestra Terapia Psicológica Online
Estar enamorada o enamorado de alguien no significa quererle. Entonces, ¿cómo saber si estoy enamorada? La eterna pregunta. Además, no es una pregunta que solo surge cuando estamos en los inicios de una relación o conociendo a alguien. Esta cuestión también surge cuando llevamos tiempo en una relación y empezamos a notar que ya no sentimos lo mismo que al principio. Es el típico: “Ya no es lo de antes”. Pensamos que ya no amamos, ya no tenemos esas mariposas en el estómago, esa pasión y, por eso, algunas personas incluso lo ven como motivo para acabar sus relaciones.
Esto suele ocurrir porque la gente tiende a confundir lo que es el amor del enamoramiento. Lo cierto es que el enamoramiento es una fase. Según los autores o autoras que leas, hay quien dice que dura unos meses, pero otros que hasta dos años. El caso es que la fase de enamoramiento no puede ni debe ser eterna.
El enamoramiento es algo pasajero, un estado en el que nuestro cerebro está embotado de neurotransmisores (sustancias químicas en el cerebro) que produce en nosotros y nosotras unos efectos tanto a nivel fisiológico, como cognitivo, emocional y conductual. En cambio, el amor es un sentimiento que prevalece o, mejor dicho, es más o menos estable a lo largo del tiempo. Obviamente, esto dependerá de la historia de la relación, pero si una pareja que decide no seguir unida ha acabado bien, no ha habido abusos, desplantes o algún tipo de maltrato, el amor que sientes hacia esa persona sigue estando ahí. Como dice la canción:
“Una novia dura un tiempo, una ex toda la vida”
En realidad, el enamoramiento es simplemente una reacción química que ocurre en nuestro cerebro. Es una consecuencia de que nuestra actividad neuronal se incrementa debido a neurotransmisores como la dopamina, el encargado de regular el placer y el deseo. Este proceso, a su vez, provoca que se liberen serotonina (la famosa hormona de la felicidad) y oxitocina y que, por lo tanto, sentimos felicidad en esta fase.
No suficiente con todo esto, algunos estudios demuestran que también se activa en el cerebro una zona llamada corteza cingulada. Al parecer, esta zona está relacionada con los pensamientos obsesivos. Esto nos suena a porqué cuando estoy enamorada no puedo para de pensar en esa persona. Este y otros avisos de que puedes estar enamorada te los contamos a continuación.
Como decíamos al principio, no hay una única forma de estar enamorada. Por lo tanto, las señales aquí descritas no se pueden tomar como señal suficiente para saber si estoy enamorada o no, sino que queremos que sirvan a modo de orientación.
En lo que le contarás, en lo que le dirás. Si te pasa algo durante el día, estás deseando contárselo y te imaginas cómo será la conversación, qué te responderá, etc. Te preguntas qué pensará sobre un determinado tema, te montas planes en tu cabeza con esa persona o quieres saber todo el rato de ella. Básicamente, tu corteza cingulada está en acción.
Millones de canciones hablan de este sentimiento: “Todo me recuerda a ti…”, “pero me acuerdo de ti…” y un largo etcétera. Con el giro cingulado trabajando, se generan circuitos de pensamientos, ideas que se conectan unas con otras y, al final, acabas, de nuevo pensando en esa persona.
No tienes ojos para nadie más. El tiempo que dedicabas antes para tus aficiones o a otras relaciones familiares o de amistad, ahora lo empleas en la persona de la que estás enamorada. No solo lo haces, sino que, además, no te importa. Es típico que cuando un amigo o una amiga está empezando a salir con alguien, esa amistad haga lo que se llama “bomba de humo”, es decir, le ves menos y no te prioriza tanto. Mientras esto sea pasajero (recordemos que el enamoramiento es y debe ser temporal) todo irá bien.
Esto puede parecer una señal negativa para saber si estás enamorada, sin embargo, es completamente normal. Piensa que cuando conocemos a alguien de primeras, todos y todas queremos dar nuestra mejor versión (la otra persona lo estará haciendo también). Queremos gustar y eso lleva a que tratemos de ocultar nuestros defectos y parecer interesante a los ojos del otro. Siembre y cuando no engañes o mientas, al principio, es lógico que quieras parecer deseable (tanto física como psicológicamente). Solo date cuenta de ello y con el tiempo, si esa relación va para largo, tanto tú como la otra parte iréis descubriendo vuestros defectos y aprenderéis a lidiar con ellos.
Da igual que el plan sea uno que sueles hacer con tu familia o con tus amistades. En un primer momento, tu cerebro no va a distinguir si en ese plan pega ese nuevo alguien, que querrá que esté incluido o incluida. Luego ya te toca a ti discernir si en dicho plan es apropiado que esté o no. Asimismo, cuando estás enamorada casi solo piensas en planes a futuro con él o ella.
Esta es una de las señales principales para saber si estás enamorada. Eso que llamamos “mariposas en el estómago” es ansiedad. Ocurre cuando estamos obsesionados u obsesionadas con alguien y no siempre es algo bueno. Cuando no conseguís encajar los planes y toca separarse se te hace difícil manejar esa soledad o el hecho de que no esté ahí.
Cuando estás con esa persona, las conversaciones se alargan y sin esfuerzo alguno. Cuando miras el reloj te das cuenta de que ya han pasado unas cuantas horas y que no has sido consciente de que el tiempo pasaba. Has estado muy a gusto y no quieres que llegue el momento de despedirse. Cuando llega, ya estás pensando en la siguiente vez que os volveréis a ver.
Sí, y muchas. Al igual que no debemos confundir el enamoramiento con el amor, ¡ojo!, existen algunas red flags o banderas rojas que te debes aplicar a ti misma para evitar pasarlo mal durante esta fase. Algunas son las siguientes: estate atenta a las señales que te da la otra persona que no te gustan y tenlas en cuenta para saber si te conviene o no; no abandones tus amistades (ellas siempre van a estar ahí, pero también hay que cuidarlas); cuida tus momentos de soledad y, sobre todo, date tiempo. El enamoramiento pasará y así debe ser. Es un sentimiento muy complejo porque es como estar en una montaña rusa. Al mismo tiempo, déjate llevar y disfruta del paseo.
Como hemos dicho antes, la ansiedad que experimentamos durante la fase enamoramiento debe ser algo temporal. Si a lo largo de la relación persiste y te hace comportarte de una forma que normalmente no harías, es hora de pedir ayuda. Significa que tu apego, tu manera de vincularte con los demás, no es segura y, por tanto, tampoco es sana. Lo más probable es que tengas un apego de tipo ansioso que es recomendable que trabajes en terapia. Además, te ayudará a manejar esa dependencia emocional típica del apego ansioso.
Si aún te preguntas cómo identificar si estás experimentando el amor, en Avance Psicólogos contamos con profesionales colaboradores de la psicología disponibles para ayudarte. Puedes acceder a nuestros servicios en Madrid de manera presencial o en línea, lo que te brinda flexibilidad para adaptarte a tu ubicación y horarios. Además, si sientes que enfrentas dificultades en tus relaciones o deseas cultivar vínculos más saludables, la terapia puede ser una herramienta valiosa para desarrollar nuevas habilidades y patrones de comportamiento que mejorarán tus relaciones significativamente.
Canet Vallés, J. L. (1992). El proceso del enamoramiento como elemento estructurante de la ficción sentimental.
Fisher, H. (2004). Por qué amamos.
Yela, C. (2000). El amor desde la psicología social. Ni tan libres ni tan racionales. Madrid: Pirámide.