Cómo validar las emociones de tu hijo desde pequeño

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Criar a un hijo o a una hija es un proceso muy complejo que muchos experimentan como un reto por, entre otras cosas, tener que ofrecer algo más que recursos materiales y amor: es importante, además, implementar estrategias de crianza adaptadas al niño o niña y que no le lleven a negar su personalidad y sus emociones. Por eso, en este artículo hablaremos acerca de las claves para saber cómo validar las emociones de un hijo desde la etapa de la infancia.

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¿Qué es la validación emocional?

El término “validación emocional” hace referencia al conjunto de procesos psicosociales que llevamos a cabo para ofrecer apoyo a quien tiene una relación complicada o conflictiva con sus propias emociones, comunicándole que no le juzgamos por lo que siente y que tampoco esperamos de él o de ella que se juzgue por sus sentimientos y emociones. Es, a fin de cuentas, mostrar aceptación ante el lado emocional de la persona que tenemos enfrente, incluso si no compartimos su punto de vista ni sentimos lo mismo, expresando esa actitud abierta tanto mediante el lenguaje verbal como mediante el lenguaje no verbal.

Debido a su naturaleza de conducta prosocial, la validación emocional es un aspecto muy relevante en cualquier tipo de interacción social, ante personas de todas las edades; sin embargo, es durante la crianza de niños pequeños en el contexto familiar cuando tiene especial importancia. Esto es así porque los pequeños de la casa aún no comprenden bien su lado emocional y pueden manifestar problemas para identificar y expresar emociones, a lo que hay que sumar que en determinadas circunstancias pueden llegar a sentirse presionados para reprimir algunas de ellas, sintiéndose culpables por experimentarlas. Esto, en una edad en la que los jóvenes aún tienden a no confiar en sí mismos y muestran inseguridades debido a su falta de experiencia, puede resultar muy dañino psicológicamente; por suerte, los padres y madres pueden darles el apoyo que necesitan mediante la validación emocional. Veamos cómo lograrlo.

Consejos para validar las emociones de un niño o una niña

A la hora de criar y de educar a un niño o a una niña en casa, ten en cuenta estas estrategias de validación emocional.

1. Adoptar un rol de colaboración y apoyo, no de información

Es muy importante no dar por supuesto que sabemos cómo se siente, ni intentar explicarle unilateralmente qué siente. Este es un proceso de autodescubrimiento asistido, en el que como padres y madres tenemos un rol de apoyo. Le podemos guiar a través de las preguntas adecuadas, pero no debemos aspirar a imponerle lo que creemos que siente.

2. No prejuzgar

Del mismo modo en el que no planteamos a priori qué se supone que siente en cada momento, tampoco deberíamos prejuzgar las emociones que experimenta; es importante no emitir valoraciones morales sobre las emociones y sentimientos en sí; en todo caso, podemos hacerlo con el modo en el que conscientemente gestionan esas emociones y la manera en la que se comportan en base a ellas. De este modo, fomentaremos una actitud de aceptación ante la cual será menos probable que sientan culpa o vergüenza por el simple hecho de sentirse de una manera determinada.

3. Ayudarle a plasmar en palabras lo que siente

Expresar lo que siente a través del lenguaje le puede ayudar a reconocer los matices de los sentimientos y de las emociones y a reconocer el hecho de que se trata de fenómenos psicológicos complejos, en los cuales podemos hallar cosas que nos gustan y que no nos gustan, así como riesgos y oportunidades.

4. Mostrar aceptación con nuestras propias emociones

Si nuestro hijo o hija ve que reprimimos nuestras emociones o que vemos como algo censurable sentirnos de un determinado modo, por mucho que le expliquemos lo contrario, tendrá más en cuenta lo que ocurre en la práctica. Debemos predicar con el ejemplo.

5. La educación en casa tiene sus límites: si hay problemas, recurrid al psicólogo

Puede ocurrir que independientemente de las estrategias de crianza que apliquéis en casa, el niño o la niña siga sufriendo malestar psicológico por no entender o no aceptar cómo se siente, o por sentirse incomprendido/a. En casos así, conviene no perder la calma y acudir a una consulta de psicología. La psicoterapia infanto-juvenil es el contexto adecuado en el que tratar los problemas emocionales o de autoconocimiento que pueden sufrir los niños y adolescentes, y explorar la posibilidad de que pueda existir un trastorno subyacente que no haya sido diagnosticado. Independientemente de si hay o no una psicopatología, mediante la psicoterapia y las sesiones de asesoramiento a padres y madres será posible implementar las estrategias adaptadas a las necesidades del/la menor.

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Referencias bibliográficas:

Colman, A. (2008). A Dictionary of Psychology. Oxford University Press.

Goleman, D. (1996): Inteligencia emocional. Barcelona, Kairós.

Labos, E.; Slachevsky, A.; Torralva, T.; Fuentes, P.; Manes, F. (2018). «Neuroanatomía Funcional de las Emociones». Tratado de Neuropsicología Clínica (2da Edición). Buenos Aires: Akadia.

LeDoux, J. E. (1995). Emotion: Clues from the brain. Annual Review of Psychology, 46, 209-235.

Salovey, P., & Mayer, J.D. (1989). Emotional intelligence. Imagination, Cognition, and Personality. 9(3): pp 185 – 211.

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autora del artículo

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Por Laura Palomares Pérez

PSICÓLOGA - SEXÓLOGA COLEGIADA M-15270

Laura Palomares (Madrid, 1973) se licenció en Psicología en la por la UAM, funda y forma parte de Avance Psicólogos desde el año 1999. Amplía su formación en los siguientes ámbitos de la psicología: Título de Formadora en Sexología por el Instituto de Ciencias Sexológicas (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henarés. Master en Sexología por el Instituto de Sexología de Madrid (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henares. Prácticum en la Sociedad Sexológica de Madrid-Fundación SEXPOL. Título de Especialista en Terapia Gestalt, por la Fundación Laureano Cuesta en la Universidad de Comillas. Especialista en Terapia de Pareja, por el Centro Psicológico Dr. De Francisco. Diploma en Técnicas de Integración Cerebral (TIC), por el Centro de Terapias de Avanzadas. Tras 25 años de experiencia como psicoterapeuta, ahora colabora como divulgadora para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

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