Las endorfinas son una de las sustancias más importantes a la hora de explicar el funcionamiento del cerebro humano y de nuestro sistema nervioso en general. De hecho, esta clase de moléculas son en buena parte responsables de que seamos capaces de sentir bienestar.
Pero… ¿Cuáles son sus efectos en el organismo? Veámoslo en este artículo.
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¿Qué son los neurotransmisores?
La gran mayoría de las neuronas que hay repartidas por el cuerpo humano, tanto por el sistema nervioso central como por el sistema nervioso periférico, no llegan a tocarse entre ellas. Sin embargo, está comunicándose entre ellas constantemente. ¿Cómo lo hacen?
Lo consiguen gracias a los neurotransmisores, que son moléculas usadas por las neuronas a modo de mensajeras. Así, a la vez que generan neurotransmisores y liberarlos, captan otros neurotransmisores. Esta entrada y salida de sustancias químicas tiene consecuencias muy variadas en las células nerviosas, dependiendo del tipo de neurotransmisor del que se trate.
¿Qué son las endorfinas?
Ahora que ya tenemos una imagen de qué son los neurotransmisores y cómo funcionan, ya podemos pasar a ver qué son las endorfinas. Estas son un tipo de neurotransmisor generado por la glándula pituitaria (o hipófisis), ubicada en la parte baja el encéfalo, y que está caracterizado por sus efectos similares a los de los opiáceos. Es decir, puede ser visto como la manera que nuestro cuerpo tiene de imitar los alcaloides típicos del opio; esto significa que cuando esta molécula es captada por nuestras células nerviosas, desencadenan en nuestro sistema nervioso unos efectos asociados a la relajación y a la sedación. Pero veámoslo con más detalle en la siguiente sección.
Los principales efectos de las endorfinas
Estos son los efectos característicos de las endorfinas:
1. Analgesia
La sedación y analgesia constituyen posiblemente el efecto más claro de las endorfinas. Esta sustancia contribuye a que seamos menos sensibles al dolor, lo cual resulta útil en situaciones en las que ya estamos mentalmente activados y orientados hacia un objetivo a muy corto plazo. Por ello, nos ayuda a hacer lo necesario para afrontar determinadas tareas sin temer tanto la posibilidad de sufrir heridas.
2. Bienestar
El bienestar generado por las endorfinas nos ayuda a alinear todos nuestros procesos mentales para dirigir nuestra atención a una meta concreta. A su vez, esto contribuye a que se active el sistema de recompensa del cerebro, el cual nos predispone a querer repetir acciones cuyas consecuencias nos hacen sentir bien.
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¿Las endorfinas nos hacen sentirnos felices?
Suele decirse que las endorfinas son una sustancia que nos hace felices, y que por consiguiente, deberíamos llevar nuestras rutinas con actividades que favorezcan la producción de esta molécula. Sin embargo, esta creencia no se corresponde del todo con la realidad.
En primer lugar, si bien las endorfinas generan en nosotros una sensación de bienestar, debemos tener en mente que el bienestar no es exactamente lo mismo que la felicidad. Este último concepto hace referencia más bien a una experiencia ligada a cómo valoramos nuestra vida y nuestra identidad, algo que nos lleva a fiarnos en lo que está más allá del presente y de cómo nos hacen sentir los estímulos inmediatos. Por su parte, el bienestar puede llegar a ser algo muy banal y transitorio, como por ejemplo lo que experimentamos al comernos un producto rico en azúcares refinados.
En segundo lugar, no deberíamos aspirar a una vida que genere en nosotros una producción constante de altas cantidades de endorfinas. Es cierto que en determinadas circunstancias sí es una buena estrategia de gestión emocional realizar actividades que fomentan la generación de este neurotransmisor en nuestro cuerpo, pero todo depende del contexto.
Poniendo por caso que tuviéramos acceso a una tecnología capaz de estimular las áreas del cerebro responsables de producir endorfinas, lo más seguro es que nuestra salud se deteriorase rápidamente debido a los cambios estructurales que sufriría nuestro sistema nervioso, muy similares a los que se dan en los casos de drogadicción. Para ser felices debemos ser capaces de apreciar la riqueza de situaciones distintas a las que nos expone la vida, en vez de experimentar una y otra vez el mismo tipo de sensaciones.
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Referencias bibliográficas:
Berezniuk, I.; Fricker, L.D. (2011) Endogenous Opioids, The Opiate Receptors, The Receptors, Totowa, NJ: Humana Press, pp. 93–120
Corbett, A.D.; Henderson, G.; McKnight, A.T.; Paterson, S.J. (2006). 75 years of opioid research: the exciting but vain quest for the Holy Grail: Opioids and opioid peptides. British Journal of Pharmacology, 147(S1): pp. S153–S162.
