Enfado recurrente: consejos para gestionar la ira

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Enfado recurrente: consejos para gestionar la ira. Todas las emociones que experimentamos son, en mayor o menor medida, naturales: nuestro organismo ha ido evolucionando con la capacidad de desarrollarlas y de aprovecharlas en nuestro favor como mecanismo de supervivencia ante nuestro entorno.

A fin de cuentas, las emociones existen por ser algo más que un simple fenómeno subjetivo: tienen implicaciones en cómo pensamos y actuamos, y por ello, tienen que ver con muchas de las cosas objetivas que nos ocurren. En la mayoría de los casos, aunque no lo notemos, nuestro lado emocional nos ayuda a seguir hacia adelante, por muy desagradables o dolorosas que sean ciertas experiencias.

En el caso de la emoción que conocemos como “ira” no es una excepción, aunque esto pueda parecer polémico. La capacidad de enfadarnos, o de mostrar frustración y rechazo a cierto tipo de interacciones sociales (de manera temporal) es útil entre otras cosas para hacernos valer. Sin embargo, a veces surgen casos en los que las emociones llegan a dar forma a alteraciones psicológicas que nos desbordan, y en estos casos sí es importante asumir que tenemos un problema y que hay que tomar medidas al respecto.

En este artículo veremos qué hacer ante uno de estos problemas psicológicos de tipo emocional: el enfado recurrente.

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¿Qué es el enfado recurrente?

Tal y como su nombre indica, el enfado recurrente es una tendencia a expresar ira o enfado en situaciones del día a día en las que la causa no parece corresponderse con la reacción. Esto significa que la persona que presenta esta propensión se enfada de manera frecuente sin motivo aparente, o de manera desproporcionada teniendo en cuenta los hechos desencadenantes.

No se trata de un rasgo de personalidad, sino de un aspecto más concreto de su manera de comportarse en el día a día, y tampoco es en sí un trastorno psicológico, aunque puede ser un síntoma de alguno. Por otro lado, no es una manera de ser que la persona esté predestinada a reproducir durante toda su vida, porque puede llegar a desaparecer o a ser mitigada, sobre todo si se va a psicoterapia.

Por otro lado, no hay que confundir la simple tendencia a los enfados recurrentes, que no es en sí algo psicopatológico, con el trastorno explosivo intermitente, que sí lo es. Se trata de una alteración caracterizada por las explosiones de ira incontrolable, desencadenadas sin que exista un motivo aparente. Pero por otro lado, hay otros trastornos psicológicos que también están asociados a una tendencia anómala hacia el enfado; entre ellos, el trastorno bipolar y el Trastorno Límite de la Personalidad. Ninguno de estos casos son una muestra de que la persona que ha desarrollado estas complicaciones psicológicas es “mala”; simplemente expresa síntomas que no puede gestionar sin ayuda profesional.

¿Qué hacer?

Si sospechas que lo que te ocurre es lo suficientemente grave como para ser un trastorno psicológico porque da lugar a situaciones muy dolorosas y te produce un sufrimiento significativo de manera frecuente (en la escala temporal de días o pocas semanas seguidas), es importante que acudas a psicoterapia cuanto antes, para que profesionales de la salud mental estudien tu caso y concluyan si realmente se trata de una psicopatología. Si por el contrario consideras que tu caso no es tan extremo, por el momento sigue estas pautas para afrontar el problema del enfado recurrente del mejor modo posible.

 

1. Desarrolla tu auto-conocimiento

Lo primero que debes hacer es familiarizarte con tus emociones. Para ello, lleva contigo una pequeña libreta y ve anotando lo que sientes y lo que te pasa por la cabeza en los momentos en los que te enfadas, así como lo que estabas haciendo y lo que haces durante y justo después que te hayas sentido de esa forma. Añade información del lugar en el que te encontrabas y la fecha y la hora.

Una vez hecho eso durante al menos una semana, consulta semanalmente este diario de emociones y detecta patrones en la aparición de la ira o el enfado, y en las acciones que realizas cuando te sientes así.

2. Piensa en el contexto

Por mucho que creas que tu manera de ser se caracteriza por ciertas maneras de expresar emociones y de comportarte (aunque en parte sea verdad), no debes olvidar que mucho de lo que haces está vinculado a los ambientes a los que te expones, y sobre todo a aquellas personas con las que te sueles relacionar. Por eso, analiza también cómo influyen en tus emociones; no para responsabilizarlas o culparlas por lo mal que te sientes, sino para ver cómo sueles interactuar con esas personas, y qué aspectos de esas relaciones, que van más allá de lo que hace cada individuo por su cuenta, tienen que ver con tus enfados.

3. Céntrate en tu gestión de las expectativas

Muchas veces, el enfado es una reacción de frustración o decepción al comparar lo que nos pasa y lo que desearíamos que nos pasase. Si es el caso, el hecho de detectar las causas que te llevan a enfadarte de manera desproporcionada puede ser un primer paso para adoptar metas y adoptar una mentalidad constructiva que te lleve a mejorar tu situación.

4. Practica técnicas de relajación

Las técnicas de relajación asociadas a los ejercicios de respiración controlada y al Mindfulness te pueden ayudar a lidiar con el estrés y a estar mejor física y metalmente. Si tu cuerpo y tu mente se encuentran en un buen estado, te será más fácil mantener un equilibrio en tus emociones.

5. Busca también la perspectiva de los demás

No olvides que el problema no solo te afecta a ti, sino que también es sufrido por quienes suelen estar ahí cuando te enfadas. Habla con esas personas para conocer su punto de vista sobre lo que creen que te pasa, y para intentar reparar posibles daños que hayas hecho.

6. Si notas que no avanzas, acude al psicólogo

La psicoterapia es el contexto ideal en el que superar esta clase de problemas relacionados con la gestión emocional.

 

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Si en tu día a día notas que sufres problemas de tipo emocional, comportamental o vinculadas a tus relaciones personales, ponte en contacto con nuestro equipo de profesionales. En Avance Psicólogos disponemos de más de dos décadas de trayectoria trabajando en el ámbito de la terapia psicológica y la terapia familiar y de pareja; actualmente ofrecemos también servicios en logopedia, neuropsicología, psiquiatría y coaching. Además, atendemos a personas de todas las edades. puedes contar con nosotros tanto en sesiones de terapia presencial como en el formato de terapia online por videollamada.

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Referencias bibliográficas:

Ellis, A. (1999). Controle su ira antes de que ella lo controle a usted. Paidós: Barcelona.
Glick, B.; Goldstein, A.P. (1987). Aggression replacement training. Journal of Counseling and Development. 65(7): pp. 356 – 361. Enfado recurrente: consejos para gestionar la ira
Kassinove, H. (2013). Anger Disorders: Definition, Diagnosis, And Treatment. Oxford: Taylor & Francis. Enfado recurrente: consejos para gestionar la ira
Mackie, D.M.; Devos, T.; Smith, E.R. (2000). Intergroup Emotions: Explaining Offensive Action Tendencies in an Intergroup Context. Journal of Personality and Social Psychology. 79(4): pp. 602 – 616. Enfado recurrente: consejos para gestionar la ira
Payne, R.A. (2005). Técnicas de relajación. Guía práctica. Badalona: Paidotribo. Enfado recurrente: consejos para gestionar la ira

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autora del artículo

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Por Laura Palomares Pérez

PSICÓLOGA - SEXÓLOGA COLEGIADA M-15270

Laura Palomares (Madrid, 1973) se licenció en Psicología en la por la UAM, funda y forma parte de Avance Psicólogos desde el año 1999. Amplía su formación en los siguientes ámbitos de la psicología: Título de Formadora en Sexología por el Instituto de Ciencias Sexológicas (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henarés. Master en Sexología por el Instituto de Sexología de Madrid (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henares. Prácticum en la Sociedad Sexológica de Madrid-Fundación SEXPOL. Título de Especialista en Terapia Gestalt, por la Fundación Laureano Cuesta en la Universidad de Comillas. Especialista en Terapia de Pareja, por el Centro Psicológico Dr. De Francisco. Diploma en Técnicas de Integración Cerebral (TIC), por el Centro de Terapias de Avanzadas. Tras 25 años de experiencia como psicoterapeuta, ahora colabora como divulgadora para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

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