¿Cómo afecta el exceso de estrés en las relaciones de pareja?

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¿Cómo afecta el estrés en las relaciones de pareja? El impacto psicológico que tiene en nosotros un exceso de estrés va más allá del malestar que nos hace sentir. Se plasma de manera objetiva en nuestro comportamiento, e incluso en nuestra manera de percibir los estímulos del entorno.

Por eso, es de esperar que los problemas derivados de un exceso de estrés tengan repercusiones en gran parte de nuestras relaciones personales, ya que podemos llegar a sentirnos estresados en una amplia variedad de situaciones y, cuando eso nos ocurre, queda reflejado en muchas de las cosas que hacemos tanto en la vida privada como en el contexto laboral, en nuestra manera de socializar con amigos, etc.

En este artículo nos centraremos en el ámbito de las relaciones amorosas y haremos un repaso a las diferentes formas en las que un exceso de estrés repercute en la vida en pareja, tanto en matrimonios como en noviazgos.

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¿Cómo afecta el exceso de estrés en las relaciones de pareja?

Muchas de las personas que acuden a la terapia de pareja lo hacen debido a una mala dinámica de interacción y comunicación que tiene como una de sus principales causas el mal manejo del estrés. A continuación puedes encontrar un resumen de cómo aparecen estas fuentes de malestar en la convivencia.

1. Facilita que aparezca la sensación de soledad no deseada

El estrés hace que adoptemos una especie de “visión de túnel” en lo relativo a los pensamientos que nos preocupan; es decir, que nos lleva a pensar una y otra vez en el mismo tipo de predicciones, de imágenes mentales perturbadoras o de recuerdos emocionalmente dolorosos.

Esta clase de experiencias invaden nuestra consciencia de manera automática y sin previo aviso, ya que al estar estresados, nuestro cerebro busca constantemente indicios de que deberíamos reaccionar cuanto antes para evitar recibir daños o ser perjudicados por potenciales riesgos, y debido a ello, no ponemos en “modo pesimista”. No es agradable, pero de ese modo maximizamos las probabilidades de actuar con rapidez cuando la situación lo requiera y sin detenernos para reflexionar sobre lo que más nos conviene.

Pero si el estrés pasa a formar parte de nuestro día a día y se va acumulando en nosotros, esto implica que estamos predispuestos a orientar nuestra atención únicamente hacia nuestras preocupaciones y los recuerdos vinculados a estas, y ello hace que desatendamos las relaciones amorosas y que, de paso, nos sintamos solos frente a lo que nos obsesiona.

Además, los cambios de humor repentinos pueden generar confusión y frustración en la otra persona, que nota que no entiende a su pareja porque muchas veces esta clase de complicaciones no son “compensadas” con una buena dinámica de comunicación (en parte por el cortoplacismo y la falta de tiempo de quienes viven estresados la mayor parte del día).

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2. El estrés sostenido lleva a la irritabilidad, y la irritabilidad a las discusiones

El estrés sostenido nos lleva a ser más sensible a todo lo que no esperamos, y eso hace que nos sintamos mucho más frustrados ante los pequeños malentendidos y rifirrafes al tratar con los demás, porque vemos esta clase de situaciones como molestias añadidas con las que o tendríamos que cargar mientras afrontamos lo que de verdad nos preocupa o merece nuestra atención.

3. Fomenta el sentimiento de culpa

El estrés hace que queramos tener el control de la mayor parte de los problemas importantes que nos afectan, y por eso nos predispone a sentir culpa por los problemas de pareja. En vez de proponernos a abordar esas situaciones de manera colaborativa y conjunta, fomenta que lo queramos abordar desde una lógica individualista, cargando con todas las responsabilidades nosotros mismos.

4. Dificulta las relaciones sexuales

El estrés y la ansiedad están detrás de la mayor parte de las disfunciones sexuales de origen psicológico. Al impedir que nos relajemos, aparecen los “bloqueos” y las dificultades para disfrutar del sexo.

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5. Nos predispone a la desorganización horaria

El estrés nos hace tener muy presente cuáles son los problemas a afrontar, pero a la vez, las ganas de poder dejar de pensar en ellos constantemente hacen que quedemos emocionalmente desbordados por no saber por dónde empezar. Es por eso que muchas veces perdemos mucho tiempo intentando decidir qué hacer, y esto se plasma también en las tareas del hogar. Estos desajustes horarios hacen que la vida en pareja se resienta.

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Referencias bibliográficas:

Biscotti, O. (2006). Terapia de Pareja: una mirada sistémica. Buenos Aires: Lumen.

Borgarello, M.E.; Losardo, R.J. (2021). Prevención de estrés y Burn Out del Equipo de Salud: el nexo con la calidad de la atención sanitaria y la seguridad del paciente. Revista Asociación Médica Argentina 134 (2): pp. 4 – 8.

Christensen, A.; Atkins, D.C.; Yi, J.; Baucom, D.H. & George, W.H. (2006). Couple and individual adjustment for 2 years following a randomized clinical trial comparing traditional versus integrative behavioral couple therapy. Journal of Consulting and Clinical Psychology. 74(6): pp. 1180 – 1191.

Hüther, G. (2012). Biología del miedo. El estrés y los sentimientos. Barcelona: Plataforma Editorial.

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autora del artículo

Picture of Por Laura Palomares Pérez

Por Laura Palomares Pérez

PSICÓLOGA - SEXÓLOGA COLEGIADA M-15270

Laura Palomares (Madrid, 1973) se licenció en Psicología en la por la UAM, funda y forma parte de Avance Psicólogos desde el año 1999. Amplía su formación en los siguientes ámbitos de la psicología: Título de Formadora en Sexología por el Instituto de Ciencias Sexológicas (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henarés. Master en Sexología por el Instituto de Sexología de Madrid (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henares. Prácticum en la Sociedad Sexológica de Madrid-Fundación SEXPOL. Título de Especialista en Terapia Gestalt, por la Fundación Laureano Cuesta en la Universidad de Comillas. Especialista en Terapia de Pareja, por el Centro Psicológico Dr. De Francisco. Diploma en Técnicas de Integración Cerebral (TIC), por el Centro de Terapias de Avanzadas. Tras 25 años de experiencia como psicoterapeuta, ahora colabora como divulgadora para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

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