¿Cómo son las personas que tienen inestabilidad emocional?. Buena parte de lo que implica gozar de bienestar psicológico consiste en ser estable emocionalmente. Esto no significa sentirse siempre de la misma manera, sino saber cómo volver al punto de equilibrio cuando ya no sirve de nada estar en determinado estado de intensidad emocional.
Sin embargo, hay quienes tienen problemas en este sentido y no saben cómo predecir ni modular sus reacciones emocionales. Para comprender mejor cómo ocurre esto, aquí veremos un resumen de las características de las personas emocionalmente inestables.
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¿En qué consiste la inestabilidad emocional y cómo nos afecta?
La inestabilidad emocional es un término muy amplio que cubre desde el hecho de mostrar una predisposición a los cambios de humor sin desencadenante claro, hasta una serie de síntomas psicopatológicos en los que la persona a dando “bandazos” en cuanto a las emociones que expresa. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones la inestabilidad emocional no es una señal de que la persona haya desarrollado un trastorno psiquiátrico y, en mayor o menor medida, todas las personas (también las que gozan de buena salud mental) pueden pasar por un breve período en el que se sienten de esta manera, si se dan una serie de circunstancias.
Así, por un lado la inestabilidad emocional es un fenómeno que puede presentarse en diferentes grados de intensidad y frecuencia, sin que exista un límite claro entre lo que resulta “normal” y lo que constituye una fuente de malestar o de problemas; y por el otro, también puede llamarse de esta manera a una alteración conocida técnicamente como “labilidad emocional”, que suele ser el producto de una enfermedad que afecta al cerebro en mayor o menor medida: TDAH, trastorno bipolar, autismo, esquizofrenia, Alzheimer, etc.
Normalmente, las personas con inestabilidad emocional lo son a causa de una complicación psicológica que tiene que ver con la gestión de las emociones y de sus pensamientos, o bien por el hecho de llevar un estilo de vida que hace que sus hormonas sean segregadas en proporciones anómalas (por ejemplo, en caso de llevar varias semanas sufriendo estrés laboral). Por eso, a la hora de describir las características comunes en las personas emocionalmente inestables dejaremos de lado las alteraciones más severas ligadas a la labilidad emocional y veremos aquellas que muestran un problema de esta clase que no suponga un daño cualitativo en la salud mental.
Características de las personas emocionalmente inestables
Aunque prácticamente cualquier persona puede llegar a mostrarse emocionalmente inestable en un momento de su vida, en términos generales estas son las características de quienes sufren este tipo de problemas con especial frecuencia o intensidad.
1. Sentimiento de tristeza repentinos y sin explicación aparente
Los sujetos con inestabilidad emocional muestran, por su modo de percibir y valorar las situaciones, tendencia a la tristeza, la desesperanza o a la ansiedad, pudiendo derivar en afectaciones más graves como depresión o trastornos de ansiedad.
2. Momentos de mucho entusiasmo sin causa aparente y que no encajan con el contexto social
Los sentimientos positivos excesivos, que derivan en un estado de euforia, también los podemos observar en las personas inestables, ya que forma parte de esta falta de control o desequilibrio emocional. Esto puede ser un problema significativo si genera comportamientos imprudentes.
3. Intolerancia a la frustración
La dificultad de manejar las emociones y hacer frente a las negativas por parte de los demás se relaciona con intolerancia a la frustración, ya que ante un problema no serán capaces de afrontarlo correctamente, sintiéndose así frustrados. Del mismo modo, la tendencia a interpretar de modo negativo la situación provoca también que se conciba como más frustrante.
4. Pérdida de constancia
Esta inestabilidad emocional no afecta sólo al ámbito afectivo, sino que también repercute en otros factores o situaciones; terminamos por observar una inestabilidad general, en los ámbitos de la vida. Por ejemplo, vemos que son sujetos poco persistentes, no luchan por sus objetivos y los abandonan fácilmente. Puede suceder algo similar con las relaciones sociales, estas personas pasan de tener un vínculo muy estrecho con alguien a romper totalmente con esa persona.
6. Dificultad para reflexionar
La tendencia impulsiva, antes mencionada, que presentan estos sujetos, se vincula con una falta de reflexión y valoración de la situación. Actúan sin parar a pensar demasiado y sin tener en cuenta las consecuencias o resultados que pueden generar tal actuación.
7. El problema influye en todas las áreas de la vida
Observamos cómo los sujetos emocionalmente inestables no son capaces de actuar favorablemente en otras áreas de su vida cuando les acontece un problema. Es decir, la situación problemática no se restringe a un contexto concreto (el trabajo, los momentos de estar en familia, etc.), y les genera un malestar y una alteración anímica que repercute en distintas áreas de su vida.
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Referencias bibliográficas:
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Thayer, R.E. (1989). The Biopsychology of Mood and Arousal. New Yok, NY: Oxford University Press.