Las principales diferencias entre estrés e insomnio. Tanto los problemas de estrés como los relacionados con el insomnio son formas de malestar relativamente frecuentes entre la población. En nuestro día a día atendiendo pacientes, los psicólogos vemos muchos casos de ambos tipos de alteraciones, y de hecho es muy frecuente que se solapen, es decir, que quien va a la consulta quejándose por problemas para dormir, tenga además un exceso de estrés, y viceversa.
A pesar de que estas dos experiencias tengan que ver con el hecho de estar muy activados psicológicamente, hay que saber distinguir entre las dos. Por eso, aquí te vamos a explicar en qué consisten las diferencias entre el estrés y el insomnio.
Las diferencias entre el insomnio y el estrés: ¿cómo distinguir entre ambas?
Estos son los aspectos más importantes que permiten diferenciar entre el estrés y el insomnio.
1. El insomnio es considerado un trastorno
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el insomnio es considerado un trastorno en todos los casos; es decir, es un problema que afecta negativamente a la calidad de vida de quien lo sufre, y que es motivo para pedir ayuda profesional. En los manuales diagnósticos usados en psiquiatría y psicología clínica, el insomnio se engloba dentro de la categoría de los trastornos del sueño, concepto que incluye también, por ejemplo, la narcolepsia, el sonambulismo, o la enuresis.
Por otro lado, el estrés es un concepto mucho más amplio que el insomnio, y no se lo considera un trastorno psicológico en sí mismo, aunque es cierto que puede representar un problema. Así, por ejemplo, hay personas que experimentan estrés sin que este suponga un problema, sino una ventaja ante determinado reto a afrontar: el el caso del eustrés, o estrés positivo, que permite reaccionar rápidamente a oportunidades. No es de extrañar que la entrada en un estado de estrés forme parte de la realidad de muchos profesionales y deportistas que rinden muy bien en su ámbito de trabajo.
Sin embargo, en algunos casos el estrés va de la mano de una serie de alteraciones psicológicas que sí se considera que son problemáticas y desgastan la calidad de vida de la persona. Por ejemplo, el estrés es un fenómeno muy ligado a los trastornos de ansiedad, y también aparece en el Trastorno por Estrés Postraumático. Como vemos, incluso en estos casos el estrés no es un trastorno, sino un elemento más que participa en la aparición de trastornos psicológicos diversos.
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2. El insomnio se manifiesta en las horas a las que se debería dormir
Como hemos visto, el insomnio se restringe al ámbito de las conductas ligadas al dormir. Es por ello que aunque se ve influido por aspectos del día a día durante las 24 horas, sus síntomas se manifiestan solo en determinadas horas.
En cambio, las personas que presentan malestar por un exceso de estrés pueden sufrirlo en cualquier momento. Esto hace que muchas veces el estrés dé paso o refuerce el insomnio, dado que tener el sistema nervioso muy activo en horas en las que se debería estar durmiendo hace que no se llegue a conciliar el sueño fácilmente, no al menos hasta que el nivel de agotamiento sea muy alto. Además, esto explica por qué los problemas de insomnio se ven muy afectados por la mala gestión de los horarios, mientras que el estrés no es tan sensible a los cambios en nuestra manera de organizar el tiempo del que dispone el día.
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3. El estrés va ligado a un problema que nos preocupa u obsesiona
El insomnio es un fenómeno cuya aparición no tiene por qué estar ligada a un pensamiento, concepto o idea que nos ronde la cabeza constantemente. Muchas cosas con problemas para dormir bien simplemente notan que no les llega el momento de la pérdida de consciencia en un estado relajado, y hasta que no se produce esa entrada en el estado de sueño, no saben en qué ocupar su atención: van pensando en muchas cosas, pasando de una a otra de una manera un tanto arbitraria o caótica.
En cambio, las personas que sufren un exceso de estrés, sí tienen un pensamiento, una idea o un recuerdo que les pertura y/o les preocupa generándoles angustia. Por ejemplo: un examen, una presentación oral frente a la clase, el hecho de recibir pronto los resultados de una prueba médica, etc. A diferencia del insomnio o incluso de la ansiedad, el estrés va asociado a la necesidad de superar un reto o de evitar un peligro concreto; en algunos casos ese grado de preocupación se vuelve demasiado intenso o se transforma en un temor paralizante, y es ahí cuando da problemas.
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¿Buscas apoyo psicológico profesional?
Si estás experimentando problemas para dormir bien, o crees que sufres de un exceso de estrés, ansiedad o angustia, y te interesa acudir a terapia para superar esta clase de malestar, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros. En Avance Psicólogos llevamos dos décadas tratando a pacientes que presentan estos u otros problemas de tipo emocional, comportamental y cognitivo, y estaremos encantados de atenderte. Nos puedes encontrar en nuestras instalaciones de Madrid, o bien puedes recurrir a nuestros servicios de terapia online por videollamada.
Nuestra Terapia para el Estrés
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