La misofobia es un tipo de fobia simple que genera un miedo a contaminarse con gérmenes. Este tipo de fobia está relacionada con el trastorno obsesivo-compulsivo del que hablamos en otro post. Cuando es muy acusado, se manifiesta como un miedo a contaminarse por gérmenes y contraer alguna enfermedad, por tanto las conductas más habituales de las personas que lo padecen tienden a la evitación (no estrechar la mano, taparse la boca en los centros hospitalarios, lavarse constantemente las manos, no usar baños públicos, evitar cambiar las bolsas de basura…) y a extremar la higiene personal y ambiental para impedir contagiarse.
Ser una persona muy pulcra y cuidadosa con la higiene personal o del hogar, no es sinónimo de misofobia
Nuestra Terapia para las Obsesiones
Este trastorno puede tener su origen en una experiencia traumática vivida y la exposición al foco que genera el miedo desarrolla la sintomatología propia de la ansiedad: taquicardia, sudor frío, e incluso en casos graves, ataques de pánico.
Existen diferentes grados en personas con misofobia, desde aquellas que pueden realizar una vida normal hasta aquellas que incluso pueden llegar a no querer salir de casa por miedo al contagio.
A pesar de lo llamativo de este miedo, la terapia frente a esta fobia tiene muy buenos resultados ayudando a comprender la raíz de este trastorno y trabajar las preocupaciones que rodean al afectado para modificar la percepción que se tiene de la idea de suciedad, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
También puede ayudar la meditación, ya que estas técnicas mejoran el control frente a la ansiedad.
-
- Te recomendamos: 12 claves para elegir correctamente a tu psicólogo