El consumo de alcohol no es solo un problema de salud debido al desgaste físico y mental que genera, normalmente asociado a la pérdida de control sobre la propia vida y al envejecimiento prematuro. También puede dar lugar a enfermedades específicas y típicas en quienes llevan siendo adictos a esta droga durante un largo tiempo. Es el caso del Síndrome de Korsakoff, alteración en la que se centra este artículo.
¿Qué es el Síndrome de Korsakoff?
El síndrome de Korsakoff es una alteración psicológica de tipo amnésico asociada a la enfermedad de Wernicke, y que en la gran mayoría de los casos surge a partir de las complicaciones de salud derivadas del abuso del alcohol. Fue descubierta y descrita por primera vez por el neuropsiquiatra Sergei Korsakoff en la segunda mitad del siglo XIX.
Se trata de una entidad clínica compleja, aunque sus síntomas más característicos tienen que ver con los problemas de memoria y del aprendizaje. También los procesos cognitivos se ven afectados, así como el funcionamiento del tálamo (responsable entre otras cosas de la integración de estímulos y de diferentes vías de información) y de los lóbulos frontales del cerebro (asociados a la gestión de los impulsos y de las funciones ejecutivas). En todo caso, los síntomas van variando con el tiempo, dependiendo de la evolución del paciente y el progreso del apoyo médico y psicológico.
Síntomas
Entre los síntomas del Síndrome de Korsakoff destaca la amnesia anterógrada, es decir, la incapacidad de generar nuevos recuerdos; la persona parece “olvidarse” de las experiencias que va viviendo en el día a día desde la aparición de la enfermedad. En muchos casos también se da un cierto grado de amnesia retrógrada, que es la que ocurre cuando la persona olvida eventos que ocurrieron antes de la aparición de la enfermedad. Por lo general, las personas con Síndrome de Korsakoff que tienen problemas para recordar bien algo, tienden a rellenar esos vacíos de conocimiento con información que se inventan de manera espontánea y sin ser conscientes de ello (como si se tratase de falsos recuerdos), fenómeno conocido como confabulación.
Además, también es frecuente que las personas con este síndrome se muestren confusas y desorientadas en momentos en los que deberían disponer de toda la información necesaria para desempeñarse en una tarea.
Por lo general, el Síndrome de Korsakoff aparece tras la aparición de la encefalopatía de Wernicke, enfermedad de carácter más puntual y que en comparación con el primero, presenta síntomas de tipo más bien neurológico: alteraciones oculomotoras, ataxias, etc. Es algo así como el “rastro” a medio y largo plazo que deja esta enfermedad (aunque es posible desarrollar encefalopatía de Wernicke sin sufrir Síndrome de Korsakoff).
Causas del Síndrome de Korsakoff
Se cree que la principal causa del Síndrome de Korsakoff es la falta de tiamina (también conocida como vitamina B1), aunque se han descrito casos de pacientes en los que este elemento parecía no estar presente. En todo caso, por lo general se asume que los factores desencadenantes de esta afección tienen que ver con la dificultad de la absorción de vitaminas por parte del organismo desgastado por el consumo de alcohol.
Estos problemas aparecen a raíz de los daños sufridos por el sistema digestivo a medida que va siendo “erosionado” por esta droga, y también pueden aparecer a causa de cambios cualitativos que ocurren en el cuerpo cuando los niveles de sustancias en sangre quedan alterados durante largos periodos por el hecho de beber constantemente.
Tratamiento
El tratamiento del Síndrome de Korsakoff debe ser multidisciplinar y abordar tanto los aspectos neurológicos y psiquiátricos como los psicológicos. Es decir, es necesario tener en cuenta el estado del sistema nervioso de la persona y también de sus patrones de comportamiento y de pensamiento. En cualquier caso, el tratamiento se ajusta a periodos largos, dado que esta no es una enfermedad que pueda ser curada rápidamente.
Debido a la capacidad del sistema nervioso a la hora de adaptarse física y funcionalmente a las lesiones y a las alteraciones, muchas personas con Síndrome de Korsakoff mejoran con el paso de los meses y los años siempre que cese el consumo de alcohol y se reciba asistencia terapéutica profesional.
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Referencias bibliográficas:
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