¿Cómo se trabaja en terapia con adolescentes con baja autoestima? Los problemas de autoestima en la adolescencia son una fuente de malestar habitual y común, de modo que muchos jóvenes se ven en la necesidad de acudir a psicoterapia para poder sentirse bien con su identidad.
Afortunadamente, a través de la intervención psicológica es posible darles apoyo para que realicen grandes progresos en este sentido. Así pues, veamos cuáles son las maneras en las que se trabaja con adolescentes con baja autoestima en terapia psicológica.
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¿Por qué es importante cuidar de la autoestima en la adolescencia?
Tal y como hemos visto, mantener una autoestima bien equilibrada es fundamental para el bienestar emocional, y este es un principio que se aplica a cualquier edad. Sin embargo, cada etapa de la vida tiene implicaciones diferentes en lo relativo a la clase de problemas de autoestima que pueden surgir y las maneras de solucionar estos problemas.
Además, en los primeros años de vida somos más vulnerables a este tipo de malestar, por lo que se vuele aún más importante cuidarse en este aspecto (y, por parte de las familias, buscar ayuda psicoterapéutica para el/la joven si detectan señales de alarma en este sentido).
Así pues, ¿qué es lo que hace importante mantener una buena autoestima en la adolescencia? En primer lugar, la adolescencia es una fase del desarrollo físico y psicológico que se presta a sufrir cambios drásticos en lo relativo a la autoestima. Esto se debe en parte a que los adolescentes no suelen tener una visión coherente y unitaria acerca de aquello que quieren llegar a ser: sus referentes cambian con relativa facilidad y suelen depender de cómo perciben aquello que es socialmente deseable.
En segundo lugar, por lo general los adolescentes prestan mucha atención a lo que los demás piensan de ellos (o, mejor dicho, lo que creen que piensan de ellos). Específicamente, dan mucha importancia a ganarse la aceptación y el respeto de los jóvenes de su edad o un poco mayores que ellos: por lo general son de tendencias más gregarias que el adulto promedio y que los niños que aún no han llegado a la pubertad.
En tercer lugar, en la adolescencia la persona dispone de menos recursos psicológicos para lidiar con situaciones que percibe como una muestra de sus errores o de sus fracasos, de modo que equivocarse en algo puede ser visto como una muestra de grave debilidad (en un contexto social en el que la imagen que se da ante los demás es muy importante y debe estar lo más “pulida” posible, escondiendo supuestas imperfecciones personales).
Formas de ayudar a los adolescentes con baja autoestima en psicoterapia
En psicoterapia siempre se interviene a través de técnicas y estrategias adaptadas a cada paciente, pero a modo de resumen, podemos decir que como norma general destacan los siguientes procesos terapéuticos al trabajar con adolescentes con baja autoestima.
1. Reestructuración cognitiva
La reestructuración cognitiva es un proceso fundamental en prácticamente cualquier intervención psicoterapéutica, y consiste en ayudar a la persona a detectar las creencias problemáticas a las que se ha estado aferrando, para que las pueda sustituir por otras más funcionales y cercadas a la realidad.
En el caso de los adolescentes con baja autoestima, esto pasa por detectar creencias maniqueas acerca del “Yo” (sobre todo, relacionadas con el valor de uno mismo) y ayudar a que las cuestionen, viendo que no resisten el contraste con la realidad.
2. Entrenamiento en habilidades sociales
Controlar bien las habilidades sociales les ayudará a establecer intercambios comunicativos satisfactorios, de modo que el o la joven pueda “conectar” con personas con sus mismos gustos o intereses y, a partir de esos núcleos de amistad, pueda descubrir con mayor facilidad sus propias virtudes.
3. Entrenamiento en la gestión de la ansiedad
Muchos adolescentes con baja autoestima tienen un problema de excesiva timidez, algo que limita sus posibilidades de hacer amigos y amigas en una edad en la que tener una vida social satisfactoria suele ser clave. Por eso, se ayuda a estos jóvenes a mantener bajo control la ansiedad anticipatoria ante eventos sociales en los que entran en contacto con desconocidos o semidesconocidos y se les da herramientas para que puedan desenvolverse bien y de manera espontánea en situaciones así, sin preocuparse por ocultar sus supuestas imperfecciones.
4. Apoyo en el desarrollo de nuevas acciones y proyectos
Para mejorar la autoestima, es importante demostrarse a uno mismo su propia capacidad para aprender y progresar en una serie de destrezas y habilidades. Sin embargo, muchos adolescentes no tienen fácil acceso al conocimiento acerca de las posibles actividades que podrían encajar con sus gustos y talentos. Por eso, en terapia se les ayuda a descubrir ese abanico de posibilidades y se les entrena en el proceso de gestionar el tiempo y auto-motivarse para empezar a desarrollar su creatividad y sus ganas de aprender por su cuenta.
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Referencias bibliográficas:
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Harris, M. A., & Orth, U. (2020). The link between self-esteem and social relationships: A meta-analysis of longitudinal studies. Journal of Personality and Social Psychology, 119(6): pp. 1459 – 1477.
Orth U.; Robbins R.W. (2014). The development of self-esteem. Current Directions in Psychological Science. 23 (5): pp. 381 – 387.
