Terapia Gestalt: qué es, principios y cómo puede ayudarte

Terapia Gestalt: qué es, principios, objetivos y cómo puede ayudarte

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La terapia Gestalt es uno de los tipos de terapia más demandados en los últimos años. Aunque ha recibido sus críticas, por tener una base teórica ecléctica, lo cierto es que nosotros pensamos que esto puede llegar a ser una ventaja, pues permite al terapeuta a adaptarse al paciente. Además, comparte fundamentos teóricos básicos con las terapias contextuales, en concreto, la ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso), una de las que con más aval científico cuenta.

A pesar de las críticas, la Gestalt recoge principios y fundamentos tanto del psicoanálisis como de la filosofía oriental, el psicodrama o el existencialismo, entre otras orientaciones o ramas de la psicología. Sus principales premisas son la focalización en el aquí y ahora, la importancia del darse cuenta (el insight) y otros aspectos como el integrar, el autorrealizarse y el desarrollo personal.

Este modo de hacer terapia está teniendo un gran auge en la actualidad. Sobre todo, ofrece un enfoque terapéutico muy útil para aquellos casos que se salen de lo estrictamente clínico, es decir, para aquellas personas que no tiene un trastorno mental, sino que buscan el conocerse y el mejorar. En este artículo te explicamos en qué consiste la terapia Gestalt, cuáles son sus principios y en qué puede ayudarte.

¿Qué es la terapia Gestalt?

La psicoterapia de la Gestalt se encuadra dentro de los modelos de psicoterapia del movimiento de la Psicología Humanista. Fue desarrollada por el matrimonio formado por Fritz Perls y Laura Posner a mediados del siglo XX. A dichos autores del gustaba llamarla “la psicoterapia de lo obvio”, pero también la conocemos como “terapia del contacto”, “terapia del aquí y ahora” o “terapia del darse cuenta”.

La Gestalt pretende ayudar a la persona a través de la observación de su propia experiencia, tomando conciencia de lo cognitivo (pensamientos) y de lo emocional y guiando para que vea cómo trata de esquivar parte de la realidad que duele, incomoda o produce emociones básicamente desagradables.

El terapeuta Gestalt no hará mucho uso de lo que llamamos técnicas, ya que, la filosofía de este tipo de terapia postula que el resultado no reside en la importancia de las técnicas, sino esta toma de conciencia sirva para reorganizar los procesos psicológicos, y, a partir de ahí, ayudar a la persona a enfrentarse a aquello que evita (por ejemplo, evitar tener una conversación importante, salir a la calle, etc.), dado que dicha evitación aleja a la persona de la realidad.

Como señaló Claudio Naranjo, un evidente seguidor de Perls: “La terapia Gestalt no es un conjunto de técnicas sino la transmisión de una actitud, una forma de estar en la vida”.

¿Cuáles son los principios de la terapia Gestalt?

Algunas de las características principales del modelo terapéutico de la Gestalt son los siguientes:

1. Autoconocimiento

Pretende enseñar con sencillez cómo funciona la mente humana y sus procesos psicológicos. Utiliza un enfoque del sentido común, empleando un lenguaje simple para que a la persona le resulte asequible. Esto es que, a través del diálogo y la propia experiencia de la persona el terapeuta ayude al paciente a comprenderse a sí mismo.

Además, ofrece una visión positiva del ser humano, confiando en la potencialidad de cada cual para el cambio hacia la salud.

2. Darse cuenta

Este es su tema estrella, por así decirlo. La Gestalt sostiene que el núcleo del cambio está en la manera en que la persona percibe la realidad. La función del terapeuta será realizar una seria de intervenciones para que la persona haga un trabajo de contacto consigo misma (interno).

3. Aquí y ahora

Se centra en que de lo único que tenemos certeza es que solo existe el presente (el pasado ya pasó y el futuro aún no ha pasado), por lo tanto, la posibilidad de cambio solo se dará en el mismo presente. Esta no es la filosofía del carpe diem, sino que se refiere a tomar conciencia de todo lo que está vivo dentro de cada cual en un momento dado (por ejemplo, un recuerdo doloroso) y que, a partir de esa toma de conciencia, en el aquí y ahora, se pueda llevar a cabo el cambio.

4. Responsabilidad

Pone el acento en tomar conciencia, también, de los propios actos de la persona y sus estilos de afrontamiento de las situaciones, lo cual también implica aceptar las consecuencias de esos actos. Es decir, busca la toma de conciencia de las cosas que han ido influenciando a lo largo de la historia vital de la persona y que este condicionamiento no limite, sino que sirve de poder para cambiar las conductas que insatisfactorias para la persona.

5. Diálogo

El diálogo y la relación terapéutica son esenciales para llevar a cabo la psicoterapia Gestalt. Tanto terapeuta como paciente interactúan, ya que ambos crecen mediante dicha interactuación. Eso sí, es el terapeuta quien guía y ayuda al paciente mediante su presencia, su curiosidad y sus conocimientos.

¿Cuáles son los objetivos de la terapia Gestalt?

Como en cualquier otra terapia, la Gestalt no pretende que la persona deje de tener problemas en la vida, sino que aprenda, a través de la toma de conciencia de la realidad, a solucionarlos y continuar creciendo, desarrollando su potencial y funcionando de forma eficaz. Por eso, Perls decía que el principal objetivo de la terapia era madurar y crecer: el individuo ha de hacerse cargo de sí mismo.

Para ello, es necesario aprender a estar en el aquí y ahora o en el momento presente. Sin embargo, ello implica pagar un precio: la frustración de enfrentarse a ese momento. No todo momento es agradable, por lo que, para conseguir ese crecimiento y desarrollo persona es esencial aceptar con honestidad las situaciones desagradables. La aceptación solo puede darse si se es consciente de la realidad presente.

Por añadidura, la terapia Gestalt no se enfoca tanto en el pasado. Si lo hace es para comprender cómo ese pasado no afecta en el presente y poder llevar a cabo la tarea del autoconocimiento.

¿En qué puede ayudarte la terapia Gestalt?

Si tuviéramos que señalar una característica destacable de la psicoterapia Gestalt esa sería, sin duda, que no está dirigida únicamente a tratar trastornos mentales graves. Como decíamos al principio esta terapia se centra en la autorrealización. Es decir, se considera que puede ser una buena opción para personas sanas a nivel psicológico y que utilicen la terapia como fuente de autoconocimiento y de desarrollo personal.

Por lo tanto, como venimos diciendo, se trata de comprender los procesos psicológicos que utiliza la persona para alejarse o evitar la realidad del momento presente, aprenda a permanecer presente en el aquí y ahora y tenga ese contacto necesario consigo misma.

Reconocer las propias necesidades, identificar las emociones y poder expresarlas de forma libre a la par que adaptativa y la confianza para conseguir objetivos son pilares clave para conseguir el equilibrio emocional.

Ayuda, en conclusión, a que la persona se embarque en un proceso de autoconocimiento, de forma que deje de mentirse a sí misma y actúe “poniendo parches” que pueden ser eficaces para aliviar un malestar a corto plazo, pero que perjudican a la larga y merman la satisfacción vital. Además, un estudio de 2012, señaló que la Gestalt es eficaz para tratar miedos, crisis personales, mejorar las relaciones personales o la autoestima.

Conclusiones

La terapia Gestalt ha sido criticada por no tener una herramienta de evaluación concreta. Sin embargo, lejos de otros tipos de terapias que hacen un análisis de evaluación quizás demasiado exhaustivo, el punto fuerte de la Gestalt es el enfoque del aquí y ahora y la toma de conciencia, en lugar de centrarse en lo que pudo ser o cómo debería haber sido (por ejemplo, “tendría que haber tenido una infancia más feliz).

En resumen, consiste en que la persona viva y sienta la realidad tal cual está siendo, sin juzgarla y sin dejar de lado la validación (algo complejo de hacer, pero para eso está el terapeuta) dando mayor protagonismo a cuestionarnos “para qué”, en lugar de “por qué”. Para ello, insistimos serán esenciales trabajar: el autoconocimiento, la aceptación y el estar aquí y ahora.

Falto de amor a mí mismo,

cuando en el intento de complacerte me traiciono.

Falto de amor a ti,

cuando intento que seas como yo quiero,

en vez de aceptarte como realmente eres.

Tú eres Tú y Yo soy Yo

(Fritz Perls)

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Referencias bibliográficas:

Cobos, A. G. B. (2004). Comprendiendo la Psicoterapia de la Gestalt. Instituto Erich Fromm de Psicología Humanista.

Castanedo, C. (1993). Seis enfoques de psicoterapia. Manual Moderno. México.

Martín, A. (2007). Manual práctico de Psicoterapia Gestalt. Desclée de Brouwer. Bilbao.

Castanedo, C. (1993). Terapia Gestalt: El ahora y el cómo. Seis enfoques psicoterapéuticos. México, DF: Manual Moderno.

Yontef, G. (2002). La actitud relacional en la teoría y la práctica de la terapia gestalt. International Gestalt Journal, 25(1), 15-34.

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autora del artículo

Brenda Ruano Bodemer

PSICÓLOGA SEXÓLOGA COLEGIADA M-34490

Brenda Ruano Bodemer (Madrid, 1993) se graduó en Psicología por la UCM. Trabaja en la consulta privada desde 2016. Desde entonces, lleva formándose en distintos ámbitos de la psicología: Máster en Sexología, educación sexual, asesoramiento y terapia sexual (UCJC, IUNIVES), Máster en Psicología General Sanitaria (Universidad de Nebrija). Título en Psicología Afirmativa en Diversidad Sexual y de Género (COP). Además de la consulta privada, ha trabajado en centros de día de adicciones y, actualmente, imparte talleres de Educación Sexual en institutos y da formación a profesores sobre Educación Sexual.

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