Tipos de acoso y sus características

Tipos de acoso y sus características

El acoso puede darse de muy diversas formas y en diferentes contextos. Por eso, es que pueden ser varias las maneras de clasificar los diferentes tipos de acoso. Además, cada vez se están dando más casos de acoso, del tipo que sea, ya que cada vez se arroja más luz sobre este tipo de maltrato. La información y la investigación al respecto es vital para para cualquier tipo de acoso y para poder detectarlo cuanto antes. Esto también lleva a que tendamos menos a normalizarlo y, por ende, a denunciar este tipo de situaciones.

Por consiguiente, han aparecido nuevos términos que han sido aceptados socialmente y que se han de tener en cuenta sus diferencias a la hora de tratar tanto al acosador como a la víctima y, también, a la hora de legislar. Algunos de esos términos son el bullying, mobbing, cyberbullying, o saltking.

En este artículo, te explicaremos qué se entiende por acoso y qué requisitos se tienen que dar para que pueda llamar así. Además, te nombraremos los diferentes tipos de acoso y te daremos ejemplos.

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¿Qué es el acoso?

Se entiende por acoso toda conducta mantenida en el tiempo, ya sea verbal o física, que tenga como objetivo o tenga el efecto de generar un daño físico o psicológico, dañando la dignidad de la persona, en un entorno de indefensión, intimidación, degradante u ofensivo.

Por tanto, las características principales y comunes de cualquier tipo de acoso son:

  • Que la conducta dañina u ofensiva se produzca más de una vez o que se pueda llegar a producir más veces.
  • Que el contexto de desigualdad impida que la víctima se pueda defender y se encuentre aislada.
  • Que haya cómplices alrededor y tomen una actitud pasiva ante las agresiones.

Existen ciertos factores de riesgo para que se dé el acoso. Por ejemplo, en el acoso escolar existen variables tanto personales como contextuales. Los acosadores suelen tener baja tolerancia a la frustración e impulsividad, así como unos padres autoritarios o negligentes. Mientras que las víctimas suelen ser percibidas como personas distintas a su grupo de iguales, tienen baja autoestima y también un entorno autoritario en casa.

Además, se ha estudiado también que cualquier tipo de acoso deja secuelas en la salud mental de quien ha sufrido acoso. Algunas de ellas son: ansiedad, depresión, estrés, mayor riesgo de autolesión y suicidio, trastornos psicosomáticos, entre otras.

8 tipos de acoso y sus características

A continuación describiremos los tipos de acoso más comunes:

1. Acoso escolar o bullying

Quizás se el tipo de acoso más conocido y al que más hacemos caso por la gravedad y las repercusiones que pueden tener en nuestros menores. Como sabemos es aquel tipo de acoso que se da en el ámbito escolar, aunque no necesariamente dentro de los centros educativos. Se puede dar uno o varios alumnos a otro, ya sea dentro del centro o fuera de él (también a través del cyberbullying, concepto del que hablaremos más adelante). El alumno que es acosado no tiene posibilidad de escapatoria, recibe insultos, burlas o comentarios despectivos casi a diario e, incluso, agresiones físicas. Nos imaginamos las consecuencias psicológicas drásticas que eso puede dejar.

2. Acoso laboral o mobbing

El acoso laboral se da dentro del espacio de trabajo. Se puede realizar a una o varias personas y puede ser llevado a cabo por una o varias personas. Algunos ejemplos de acoso laboral, puede ser dejar de lado a la víctima, apartando del resto del grupo, hacer mofas, humillarla, crear falsos rumores o hacer amenazas que tienen que ver con su trabajo. Evidentemente, para la víctima el trabajo se convierte en una fuente abundante de estrés, queriendo evitarlo y generando síntomas de estrés postraumático.

3. Acoso sexual

Además de la violación o el abuso sexual, incluimos en acoso sexual todas aquellas conductas de naturaleza sexual que tengan como objetivo intimidar a una persona o coaccionarla. Pueden ser tanto físicas como verbales. Incluyen, por ejemplo, tocar sin consentimiento a una persona, besarla, acercarse o acorralar sin que la persona lo desee y lo consienta.

4. Acoso callejero

Este tipo de acoso, en realidad, lo podríamos incluir dentro del acoso sexual, ya que se trataría de una conducta verbal de índole sexual y llevada a cabo con la intención de intimidar. Es decir, los supuestos piropos lanzados por la calle, no son tales puesto que quien los recibe no los ha pedido, incomodan y, además, se hace en un contexto de intimidación.

5. Ciberacoso

Ya es más que sabido que hablamos de ciberacoso cuando se profieren amenazas, denigraciones o insultos a través de internet. Por ejemplo, hacer la amenaza de difundir unas fotos tuyas sin tu consentimiento es ciberacoso y, también, un crimen, tanto si eres quien lo difunde como cómplice. Por supuesto, si el consentimiento se da bajo intimidación o coerción no es consentimiento.

6. Acoso psicológico

Se llama también acoso verbal, es decir, aquel tipo de acoso que se lleva a cabo “sin llegar a las manos”. Como decimos, no implica contacto físico, pero sí burlas, humillaciones, amenazas, gritos, insultos, etc. Es importante señalar, que el maltrato psicológico es el paso previo, y también un acoso más invisible, al acoso físico.

7. Acoso físico o stalking

Suele ocurrir que el acoso físico se da cuando el psicológico ha dejado de surtir efecto en la víctima. Es decir, ya no le intimida o le daña aparentemente. Pellizcar, escupir o golpear son ejemplos de acoso físico. Empujar, hacer la zancadilla, robarle o destruir sus cosas son otros ejemplos. Como vemos, aquí, aunque no hay acoso verbal también se produce como efecto la humillación y la intimidación.

8. Acoso por cuestión de género u orientación sexual

Otro tipo de acoso que es importante dedicarle unas líneas aparte es el del acoso que sufren las minorías sexuales o del colectivo LGTBI, ya sea por su identidad de género o su orientación sexual. Este tipo de acoso es cada día más denunciado por la visibilidad y la importancia que se le da y que tiene. Por ejemplo, insultar o hacer burla a alguien por el género de las personas que le atraen sexualmente entraría dentro de este tipo de acoso.

Conclusiones

Como veis se puede sufrir acoso de muy diversas formas. De hecho, algunos tipos de acoso se solapan unos con otros. Por ejemplo, el acoso callejero hacia una mujer también puede ser acoso sexual y acoso por cuestión de género, ya que cuando una mujer recibe un piropo o una intimidación por la calle, suele ser de índole sexual y lo recibe por el hecho de ser mujer. Además, es un tipo de acoso que las mujeres sufren de forma continuada.

No debemos perder de vista que, aunque algunos ejemplos nos puedan parecer leves, cualquier tipo de acoso deja secuelas psicológicas. En el ejemplo anterior, la falta de seguridad en la calle. En casos más extremos algunas secuelas que pueden dejar el acoso, como hemos mencionado el principio, son la pérdida de autoestima, depresión, ansiedad o el suicido.

Además, nos parece importante señalar que el hecho de que una agresión no sea continuada en el tiempo (y que, por tanto, no podamos llamarla acoso) no significa que no produzca un daño físico o psicológico y que, por ello, merezca menos atención o quitarle importancia. Para parar cualquier tipo de acoso es muy importante que se detecte lo antes posible y, por supuesto, no minimizarlo, normalizarlo o victimizar a la víctima con comentarios como “es cosa de niños”, “no es para tanto” o “que no vaya provocando”.

¿Buscas servicios de psicoterapia?

Si estás sufriendo alguno o varios de estos tipos de acoso te recomendamos acudir a terapia. El acoso puede dejar secuelas psicológicas graves que pueden ser difíciles de entender y de manejar sin ayuda profesional. El equipo de Avance Psicólogos está formado por un grupo de psicólogos expertos en relaciones y en estrés postraumático. Podemos atenderte de forma online o de manera presencial en Madrid.

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Referencias bibliográficas:

de Luis, E. C., & Landazabal, M. G. (2019). Bullying y cyberbullying: diferencias de sexo en víctimas, agresores y observadores. Pensamiento Psicológico17(2), 57-71.

Llinares, F. M. (2013). Derecho penal, cyberbullying y otras formas de acoso (no sexual) en el ciberespacio. IDP: revista de Internet, derecho y política= revista d’Internet, dret i política, (16), 6.

Rodríguez, T. L., Cruz, M. D. L. O. T., Vélez, S. C., & Carreño, Á. B. (2023). Factores psicológicos y secuelas en estudiantes de educación primaria víctimas de acoso escolar. REOP-Revista Española de Orientación y Psicopedagogía34(1), 141-158.

Casas, J. L. C. (2020). Consecuencias psicológicas en mujeres víctimas de violencia de pareja. Educa UMCH, (15), 51-60.

Yard, M. L. E., Terry, M. A., & Sarduy, M. S. (2021). La depresión como consecuencia del acoso psicológico laboral. MediCiego26(4), 2261.

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Brenda Ruano Bodemer
Brenda Ruano Bodemer
Brenda Ruano Bodemer (Madrid, 1993) se graduó en Psicología por la UCM. Trabaja en la consulta privada desde 2016. Desde entonces, lleva formándose en distintos ámbitos de la psicología: Máster en Sexología, educación sexual, asesoramiento y terapia sexual (UCJC, IUNIVES), Máster en Psicoogía deportiva (UNED). Máster en Psicología General Sanitaria (Universidad de Nebrija). Título en Psicología Afirmativa en Diversidad Sexual y de Género (COP). Además de la consulta privada, ha trabajado en centros de día de adicciones y, actualmente, imparte talleres de Educación Sexual en institutos y da formación a profesores sobre Educación Sexual.
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