Desgaste laboral: ¿Qué es y cómo funciona el tratamiento psicológico?. Tratamiento psicológico del desgaste laboral: qué es y cómo funciona. El desgaste laboral es un tipo de malestar que, por desgracia, es muy común tanto en el ámbito de las empresas como en el de los negocios pequeños e incluso en el de los autónomos. Pero aunque esto no constituya una psicopatología, la terapia psicológica puede ayudar a ponerle remedio; veamos cómo.
¿Qué es el desgaste laboral?
El desgaste laboral es un tipo de malestar emocional que se da normalmente cuando ya se lleva varios meses o años trabajando en un mismo puesto o sector de trabajo, en situaciones en las que se combinan la fatiga por estar haciendo siempre lo mismo o por someterse al mismo tipo de estresores, por un lado, y la falta de perspectivas de mejora en lo profesional, por el otro. En concreto, este fenómeno se puede plasmar a través de tres mecanismos principales.
Los principales mecanismos de desgaste laboral son los siguientes.
1. Síndrome de burnout
El síndrome de burnout, o síndrome del quemado, es un conjunto de síntomas que pueden ser entendidos como el fruto de la acumulación del estrés laboral, por un lado, y una falta o una gestión deficiente de los incentivos ligados al trabajo, por el otro. Así, ocurre que para algunas cosas el trabajador se siente hiperestimulado a causa de las fuentes de estrés a las que se expone en el contexto laboral, y para otras se siente desmotivado y paralizado por la falta de perspectivas de que su situación mejore, dándose una dinámica de “estado mental de alerta” y a la vez de comportamiento lento y poco cuidadoso.
Son tres los componentes que se relacionan con el síndrome de burnout: la baja realización personal (el sujeto se encuentra desmotivado e insatisfecho con su trabajo, siente que sus habilidades para efectuar su función laboral no son suficientes y tampoco valora positivamente su relación con los clientes), el cansancio emocional (el trabajador se siente agotado emocionalmente dada la continua interacción que tiene que hacer con otros individuos), y la desconexión emocional con el resto del equipo (el sujeto muestra un comportamiento frío, negativo, está irritable con sus compañeros y clientes).
Debemos tener presente que no todas las personas con síndrome de burnout muestran las mismas afecciones o síntomas. Del mismo modo, no será necesario presentar los tres componentes para considerar que un sujeto tiene síndrome del quemado, puede mostrar solo uno y desarrollar los otros más tarde si no se trata el problema. El agotamiento suele aparecer de forma progresiva, siendo más habitual que primero aparezca la baja realización personal vinculada al componente cognitivo y el cansancio emocional relacionado con el componente emocional, y por último la desconexión asociada al factor conductual.
2. Tendencia a la pasividad extrema
El desgaste laboral también se puede plasmar en una tendencia a hacer, simple y llanamente, aquello que se espera de uno según el contrato y las instrucciones dadas. Esto hace, entre otras cosas, que se haga lo mínimo necesario y que en caso de detectar errores en la manera de trabajar y en las directrices dadas no se haga nada al respecto, “ciñéndose al guión”. Por supuesto, esto es la muestra de la insatisfacción con el puesto de trabajo, algo que suele ser el resultado de la falta de oportunidades para aprender y desarrollarse profesionalmente. El trabajador solo ve su jornada laboral como una manera de obtener dinero a costa de su bienestar, su tiempo y su capacidad para ser feliz, literalmente.
3. Relaciones conflictivas con el resto de trabajadores
Finalmente, otro de los mecanismos por los que se puede dar el desgaste laboral es una relación difícil con el resto de la plantilla. Esto ocurre sin necesidad de que se den casos de mobbing; es suficiente con que la persona se sienta aislada o sola en el trabajo, sin nadie que la entienda.
Causas y factores que pueden desarrollar el desgaste laboral
Hay distintas variables que pueden aumentar el riesgo de aparición de estrés y agotamiento laboral. Las más importantes son: pérdida de control del trabajo (el trabajador percibe que no puede organizar y efectuar el trabajo como querría), sobrecarga de tareas tanto por cantidad como por cualidades del trabajo, falta de trabajo, y ambigüedad de su rol laboral (no hay certeza de cómo se debe proceder o de si el trabajo que se está haciendo es el adecuado, el trabajador no se siente apoyado o no puede compaginar bien trabajo y vida privada).
El desgaste laboral no aparece inmediatamente, sino que se desarrolla por etapas que pueden durar más o menos tiempo. En la fase inicial es normal percibir entusiasmo, estamos contentos y motivados para realizar nuestra faena; posteriormente puede aparecer un estado de estancamiento, de no avanzar y sin progresos; a continuación podemos presentar una fase de hiperactividad o contrariamente de apatía, en la que nos sentimos excesivamente activados o sin falta de motivación; finalmente es cuando aparece el desgaste laboral.
Por este motivo, dado que el desarrollo del desgaste laboral es progresivo, debemos estar atentos a las diferentes sensaciones para actuar rápidamente, no ignorar el problema, y así prevenir que aparezca el burnout u otro tipo de afectaciones.
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¿Cómo se usa la psicoterapia ante el desgaste laboral?
Estas son las principales estrategias y técnicas usadas ante esta clase de problemas.
1. Ejercicios de autoconocimiento
Se ayuda a la persona a identificar y ser consciente de sus valores y de sus prioridades, para tener estos elementos como referencia a la hora de delinear cómo podría hacer evolucionar su situación laboral
2. Entrenamiento en asertividad y habilidades sociales en general
Desarrollar habilidades sociales será clave tanto para aprender a manejar conflictos en la empresa y hacer valer nuestros propios intereses y puntos de vista, como para conectar mejor con el resto de la plantilla sin dejar que los nervios o la timidez extrema sean un obstáculo allí donde lo han sido.
3. Desarrollo de hábitos y rutinas de trabajo para optimizar la gestión del tiempo
Saber repartir adecuadamente los descansos es clave para sentirse bien y afrontar el trabajo en las mejores condiciones, de modo que no tengamos siempre un montón de tareas atrasadas y dispongamos de un margen de maniobra para tomar perspectiva sobre nuestro desarrollo profesional, establecer predicciones y fijarnos metas a medio y largo plazo.
4. Aprendizaje de técnicas de relajación
Finalmente, es fundamental aprender a usar técnicas de relajación para afrontar del mejor modo posible los momentos en los que nos sometemos a altos niveles de estrés laboral, haciendo lo posible por evitar que dañen nuestra calidad de vida y nos paralicen ante el trabajo a realizar.
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Referencias bibliográficas:
Bianchi, R.; Schonfeld, I.S.; Laurent, E. (2015). Burnout-depression overlap: A review. Clinical Psychology Review, 36: pp. 28 – 41.
