Los 5 principales efectos psicológicos de emigrar a otro país

Los 5 efectos psicológicos de emigrar a otro país

COMPÁRTELO
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram

Los 5 principales efectos psicológicos de emigrar a otro país. Emigrar es mucho más que cambiar de lugar de residencia y tener que encargarse de los trámites logísticos y burocráticos que ello conlleva; se trata de un proceso con implicaciones psicológicas importantes. Y lo cierto es que no tener en cuenta esto puede ser un error con repercusiones en la salud mental de la persona que se va a vivir a otro país.

Por ello, en este artículo haremos un repaso por los principales efectos psicológicos de emigrar, una información importante para prepararse emocionalmente ante esta clase de transiciones vitales.

Logo para botón de llamada a la acciónDescubre cómo te puede ayudar nuestra terapia psicológica

¿Por qué emigrar a otro país nos afecta mentalmente?

Algunas personas que acuden a psicoterapia porque llevan un tiempo sintiéndose mal se sorprenden al saber que su problema tiene que ver con el hecho de haber emigrado; y es que en algunos casos, esta clase de crisis emocionales tienen repercusiones incluso años después de haberse realizado este traslado, cuando la persona cree que ya se ha adaptado al nuevo país (a pesar de que en muchos aspectos la realidad es otra). ¿A qué se debe esto?

Aunque hay una gran variedad de causas y desencadenantes que unen la salud mental y el hecho de emigrar, la manera resumida de explicarlo es la siguiente: cuando cambiamos de lugar en el que vivimos, no solo dejamos atrás paisajes, entornos conocidos y personas que son importantes para nosotros; también dejamos atrás todo el entramado social y cultural en el que nos hemos desarrollado psicológicamente y al que nos unen miles de hilos que a pesar de ser invisibles a los ojos, nos afectan en el día a día sin darnos cuenta.

Seamos conscientes de ello o no, nuestros estados mentales están muy unidos a los hábitos y rutinas que están presentes en nuestro día a día, y estos están enraizados en años de aprendizajes acumulados acerca de lo que nos rodea. Por eso, emigrar supone no solo dejar de tener acceso fácil a ciertos lugares, objetos y personas, sino también a todo ese conjunto de asociaciones mentales y de rutinas que dábamos por sentado. Al pasar a vivir en un sitio completamente distinto a aquel en el que hemos crecido y hemos establecido nuestras primeras amistades, nuestros estudios o incluso nuestros primeros trabajos, lo que en la cotidianidad nos resultaba evidente deja de serlo, y pasamos a necesitar atender a la vez varios frentes de problemas por resolver, incógnitas a las que contestar, tiempo libre que “rellenar”, etc.

Por ello, todos los efectos psicológicos de la emigración que veremos a continuación se derivan de esta idea: como seres humanos, no somos mentes individuales que existen rodeadas de vacío o pequeñas islas rodeadas por el océano, sino que todo lo que configura nuestra manera de pensar e incluso nuestra individualidad y autoconcepto (es decir, nuestra idea del “Yo”) está unido a las interacciones que han dado lugar a nuestra personalidad y a nuestra manera de ver las cosas y de vivir la vida. Y cuando nos vamos a pasar varios meses o incluso varios años a un lugar muy alejado, esas vinculaciones se rompen y debemos crear otras nuevas sin depender de las costumbres y referencias que ya no nos sirven en el nuevo país. Dicho de otro modo, dejamos de contar con lo que asumíamos que nos pertenecía (pero que realmente nunca había dejado de estar tanto dentro de nosotros como en el entorno que nos es familiar).

Los principales efectos psicológicos de emigrar a otro país

Aunque cada caso es único, por lo general cabe destacar los siguientes efectos psicológicos de irse a vivir a otro país; cuanto más diferente culturalmente y lejano geográficamente sea el destino, más intensos tenderán a ser estos fenómenos emocionales y comportamentales.

1. Soledad no deseada

La soledad es uno de los elementos psicológicos característicos de la emigración, y suele ser uno de los primeros en manifestarse. Esta tendencia es tan significativa que suele aparecer tanto en personas que emigran con su familia como en personas introvertidas o con poca tendencia a salir de casa (en estos últimos casos, la simple idea de no tener la opción de salir a reunirse con viejos amigos o personas culturalmente similares a uno mismo resulta asfixiante, aunque antes de emigrar no fuera algo muy habitual).

2. Ansiedad por la falta de apoyo social

En el país de origen, tendemos a sentirnos más seguros porque tenemos un mayor acceso a familiares y amigos que nos pueden ayudar en situaciones de crisis. Sin embargo, entre las personas que emigran esta sensación de estar “cubiertos” en las situaciones extremas es menos habitual, y esto puede dar lugar a problemas vinculados a la ansiedad (por ejemplo, puede surgir el miedo de tener un accidente y o bien no tener claro si será necesario pagar mucho dinero por la atención médica, o incluso de no poder entenderse con los sanitarios a causa de las limitaciones para comprender y hablar el idioma del lugar).

3. Búsqueda de aprobación

Muchas personas que emigran se sienten sometidas a la presión de “compensar” por el hecho de ser ciudadanos extranjeros en el país al que han ido a vivir, asumiendo que su presencia es una molestia para los locales. Esto hace que estos individuos adopten un perfil más proclive al conformismo y a no defender sus intereses y opiniones; y junto con esta tendencia, aparece el miedo a fracasar socialmente.

4. Aburrimiento

El hecho de no haber crecido interiorizando las dinámicas culturales de tiempo libre de los habitantes del nuevo país hace que no pocos migrantes encuentren poco satisfactorias las costumbres de ocio de los residentes en ese país.

5. Incomodidad ajustándose a los valores del lugar

Aunque los valores puedan parecer algo que solo preocupan a las personas más idealistas, se ha observado que para muchos migrantes, exponerse de manera continuada a un sistema de valores muy distinto al que se asume como propio genera un desgaste importante llegado un punto. Eso sí, normalmente se llega a una fase de aceptación.

¿Buscas apoyo psicológico profesional?

Si te interesa disponer de ayuda psicoterapéutica, ponte en contacto con nuestro equipo de profesionales. En Avance Psicólogos llevamos más de 20 años trabajando en el sector de los servicios de psicología y atendemos a personas de todas las edades. Nos encontrarás en nuestro centro situado en Madrid.

Logo para botón de llamada a la acciónDescubre cómo te puede ayudar nuestra terapia online

Referencias bibliográficas:

Achotegui, J- (2014). The Ulysses Syndrome: The immigrant Syndrome with Chronic and Multiple Stress.

Achotegui, J. (2006). Estrés límite y salud mental: el Síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple (Síndrome de Ulises). Revista Migraciones (Universidad de Comillas-Madrid) (19): pp. 59 – 85. Los 5 principales efectos psicológicos de emigrar a otro país

Baldwin, A.; Hjelde, N.; Goumalatsou, C.; Myers, G. (2016). Oxford Handbook of Clinical Specialties, Tenth Edition. Nueva York: Oxford University Press.

Valero-Garcés, C. (2014). Health, Communication and Multicultural Communities: Topics on Intercultural Communication for Healthcare Professionals. Newcastle upon Tyne: Cambridge Scholars Publishing.

COMPÁRTELO
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram

autora del artículo

Picture of Por Laura Palomares Pérez

Por Laura Palomares Pérez

PSICÓLOGA - SEXÓLOGA COLEGIADA M-15270

Laura Palomares (Madrid, 1973) se licenció en Psicología en la por la UAM, funda y forma parte de Avance Psicólogos desde el año 1999. Amplía su formación en los siguientes ámbitos de la psicología: Título de Formadora en Sexología por el Instituto de Ciencias Sexológicas (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henarés. Master en Sexología por el Instituto de Sexología de Madrid (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henares. Prácticum en la Sociedad Sexológica de Madrid-Fundación SEXPOL. Título de Especialista en Terapia Gestalt, por la Fundación Laureano Cuesta en la Universidad de Comillas. Especialista en Terapia de Pareja, por el Centro Psicológico Dr. De Francisco. Diploma en Técnicas de Integración Cerebral (TIC), por el Centro de Terapias de Avanzadas. Tras 25 años de experiencia como psicoterapeuta, ahora colabora como divulgadora para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

Ver todos sus artículos y credenciales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Artículos relacionados
Tendencia ahora
Conecta con tu bienestar emocional
Contacta con tu psicólogo hoy mismo
Scroll al inicio