¿Por qué lloro por todo? ¿Es normal llorar a menudo?

¿Por qué lloro por todo? El acto de llorar suele ser considerado algo negativo, señal de que algo falla, y cuyas causas y situaciones desencadenantes deben ser evitadas. ¿Es normal llorar a menudo?

La realidad es más compleja que eso, por supuesto. Llorar es algo natural, un fenómeno que es frecuente justamente porque a veces es útil. Pero… ¿qué pasa si los lloros se vuelven casi constantes?

Para muchas personas, el llanto resulta incontrolable, afectando negativamente a su calidad de vida, y para otras, las ganas de llorar no cesan, lo cual indica que hay un malestar latente. Por ello, en normal querer saber cuál es el punto en el que la tendencia a verter lágrimas pasa el umbral de lo sano y pasa a reflejar algo patológico.

Así pues… ¿es normal llorar a menudo? Veámoslo a lo largo de este artículo.

¿Por qué lloramos?

Llorar es un fenómeno fisiológico y psicológico asociado a una fuerte activación mental ligada al procesamiento de las emociones. Aunque se puede llorar de risa, lo más frecuente es que esto ocurra cuando experimentamos afectividad negativa, es decir, el estado de ánimo depresivo o ansioso.

Existen varias hipótesis que intentan explicar el porqué de la predisposición a llorar ante eventos que nos producen dolor psicológico, pero la más conocida es la que propone que es un mecanismo codificado genéticamente gracias al cual podemos llamar la atención de los demás, pedir ayuda de manera tácita cuando hay algo que nos preocupa.

A fin de cuentas, somos animales sociales caracterizados porque vivimos en grandes grupos, y casi siempre estamos inmersos en una sociedad que tiende a proteger a quienes se encuentran en situaciones vulnerables. Llorar implica utilizad la parte del cuerpo en la que las actitudes y emociones son leídas por los demás, y utilizar todos sus pequeños grupos de músculos y las glándulas lacrimales para que otros puedan saber que tenemos problemas en cuestión de centésimas de segundo.

Es por ello que llorar no es en sí algo malo; en todo caso, muestra que tenemos un problema, que puede ser puntual (nos hemos hecho daño con el canto de una mesa) o constante (llevamos semanas sin superar la muerte de un familiar).

Visto esto, volvamos a la pregunta inicial: ¿Por qué lloro por todo?  ¿hasta qué punto es normal llorar con frecuencia? Saber esto supondrá, entre otras cosas, saber si es necesario recibir ayuda psicológica en terapia.

¿Por qué lloro por todo? ¿Es normal llorar de manera frecuente?

Es cierto que el llanto frecuente es uno de los síntomas típicos de la depresión, pero en sí mismo no tiene por qué ser señal de alarma: depende del contexto. Veamos si es norma

Por ejemplo, hay que tener en cuenta el tipo de personalidad que se tiene. Las personas que puntúan alto en el rasgo Neuroticismo tienen una mayor predisposición a llorar, pero en muchas ocasiones esto también viene acompañado de una mayor predisposición a reír. Si lo que ocurre es que se tiene una alta sensibilidad a las emociones, el hecho de llorar a menudo no tiene por qué ser un problema.

Por otro lado, también es importante saber que incluso cuando los lloros indican que algo no va bien, lo que falla no tiene por qué ser algo únicamente psicológico en todos los casos. Pensemos por ejemplo en la muerte reciente de un ser querido, o en los casos de personas que viven en un contexto de pobreza. Estos son factores contextuales que explican esa facilidad por terminar en llanto, y que indican que si hay algo que va mal, está fuera de uno mismo.

Es por ello que llorar a menudo puede no ser normal de varias maneras. Por un lado, si hay algún fenómeno psicopatológico, los llantos llegarán sin que haya una causa inmediata y definida que explique por qué se llora, y la situación será más o menos constante durante meses. Por otro lado, en otros casos lo “anormal” puede estar en el contexto, como por ejemplo en el acontecimiento de una catástrofe, o de falta de recursos para vivir, etc.

Recomendaciones

En situaciones como esta, resulta recomendable considerar la asistencia a psicoterapia, si es posible. Sin embargo, el núcleo del problema puede radicar especialmente en aspectos sociales o en el entorno material en el que se desarrolla la vida.

Ante la incertidumbre, es aconsejable buscar psicoterapia y permitir que los profesionales evalúen la situación. En última instancia, solo terapeutas cualificados pueden realizar un diagnóstico. Por ende, es fundamental abstenerse de asumir que se ha desarrollado un trastorno si no ha sido diagnosticado por un profesional.

Si te encuentras reflexionando con frecuencia sobre el motivo detrás de tus lágrimas y percibes que lloras de manera excesiva, y además deseas contar con apoyo profesional, te alentamos a visitar a nuestro equipo de psicólogos colaboradores.

Nuestra Terapia Psicológica

Referencias bibliográficas:

Albrecht, T.A. (2007). 100 preguntas y respuestas sobre la depresión. Madrid. Editorial EDAF, S.L.
James P. Jr. McCullough (2003). Treatment for Chronic Depression: Cognitive Behavioral Analysis System of Psycotherapy (CBASP). Guilford Press.
Jeronimus et al. (2014). «Mutual Reinforcement Between Neuroticism and Life Experiences: A Five-Wave, 16-Year Study to Test Reciprocal Causation». Journal of Personality and Social Psychology 107 (4): pp. 751 – 764. ¿Por qué lloro por todo?
Robinson, M.D. & Tamir, M. (2006). Neuroticism as mental noise: a relation between neuroticism and reaction time standard deviations. Journal of Personality and Social Psychology. 89 (1): pp. 107 – 114.

Avance Psicólogos

Somos un centro de psicología en Madrid con 25 años de experiencia. Nuestro equipo de psicólogos colaboradores, es experto en el tratamiento de la ansiedad, depresión, estrés, autoestima, desamor, duelo por ruptura, duelo por pérdida, fobias, adicciones y obsesiones. Somos un centro reconocido por la Ilustre Academia de las Ciencias de la Salud Ramón y Cajal y contamos con el Premio a La Excelencia Profesional en 2018 por el Instituto para la Excelencia Profesional y el premio Foro Europa 2001. Nos destacamos por llevar a cabo un tratamiento personalizado, breve, de orientación cognitivo conductual y humanista.

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