Muchas de las personas que acuden a psicoterapia presentan malestar por exceso de timidez. Y es que aunque la timidez no sea ni mucho menos un trastorno psicológico, sí puede dar lugar a algunas dificultades, sobre todo en forma de problemas al relacionarse con los demás.
Por suerte, los psicólogos estamos formados para intervenir ante esta fuente de malestar, y en psicoterapia aplicamos una serie de técnicas y estrategias que, debidamente adaptadas a las particularidades del paciente y de su contexto, ayudan mucho en estos casos. Veamos cómo se puede superar la timidez extrema a través de la terapia psicológica.
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¿Por qué el exceso de timidez puede llegar a ser un problema?
Las personas que presentan una cierta tendencia a la timidez no tienen por qué sufrir por ello de manera sostenida en el tiempo, y desde luego, el hecho de ser alguien tímido no implica haber desarrollado una psicopatología.
El exceso de timidez no es nada parecido a un trastorno mental, sino en todo caso un rasgo psicológico más, con sus ventajas e inconvenientes. Y si bien es cierto que en la cultura occidental suele estar mejor visto ser alguien muy alejado de la timidez, esta es una valoración arbitraria, tanto que en otras culturas son las personas tímidas las que tienen mejor fama.
Ahora bien, cuando la timidez es muy marcada, puede darse la situación de que condicione demasiado todos los ámbitos de la vida de la persona, limitando su capacidad para desenvolverse bien en las interacciones sociales. Por ejemplo: dificultándoselo mucho al intentar hacer amigos, haciendo que pierda mucho tiempo intentando evitar ciertas conversaciones, manteniendo un perfil bajo con tal de buscar la discreción y perdiendo oportunidades por ello, etc.
Cuando la timidez se intensifica tanto que refleja un problema de ansiedad extrema que afecta a la calidad de vida de la persona con mucha frecuencia y se hace notar prácticamente en todas sus relaciones sociales, entonces es posible que el origen del problema sí sea una psicopatología llamada fobia social. Esta es un trastorno de ansiedad caracterizada por el miedo extremo e irracional a la idea de hacer el ridículo frente a los demás, por lo que las personas que lo sufren tienden a aislarse mucho socialmente y sufren ataques de angustia que les impiden comunicarse adecuadamente con personas desconocidas o semi-desconocidas.
Está claro que la fobia social es una alteración que debe ser tratada cuanto antes en psicoterapia, pero incluso si no se llega a esos extremos, quienes presentan un nivel de timidez que empieza a ser problemático sin llegar a ser patológico también pueden beneficiarse de los servicios de un psicólogo. Veamos de qué manera interviene la terapia psicológica en estos casos.
Así funciona la psicoterapia ante el exceso de timidez
El objetivo de la terapia psicológica no es “borrar” totalmente partes de la personalidad del paciente, dado que esto sería tan poco eficaz como dañino. De lo que se trata es de ayuda a la persona a canalizar sus predisposiciones psicológicas de una manera más adaptativa, mejorando su capacidad de gestión de las emociones y dándole más control sobre sus hábitos y rutinas, de manera que se adapte a las situaciones que se encuentra en su día a día.
En el caso de la intervención en casos de timidez excesiva, la psicoterapia interviene a través de los siguientes procesos (aunque puede haber más, dependiendo de las necesidades de la persona y del contexto en el que viva).
1. Psicoeducación
Este proceso de intervención psicológica consiste en informar a la persona acerca de lo que le pasa, las implicaciones de su problema, y lo que se puede hacer para que deje de causarle malestar. También le ayuda a desprenderse de mitos dañinos sobre la timidez y de estereotipos que desgastan su autoestima.
2. Entrenamiento en asertividad
Adoptar un estilo comunicativo asertivo le permitirá acostumbrarse a hacer valer sus opiniones y puntos de vista y perderle el miedo a la posibilidad de no encajar con las expectativas de los demás.
3. Entrenamiento en técnicas de manejo de la ansiedad
Aprender técnicas de relajación y de reducción del estrés en momentos clave puede ser muy útil a la hora de afrontar situaciones sociales complejas (presentarse ante un grupo, dar una charla con público, etc.).
4. Reestructuración cognitiva
La reestructuración cognitiva ayuda al paciente a dejar atrás creencias erróneas y disfuncionales sobre su identidad y su manera de ser, de modo que se atreva a salir de su zona de confort.
5. Gestión de las relaciones sociales a las que se expone
Finalmente, en psicoterapia se ayuda a los pacientes muy tímidos a dar resolución a problemas que hayan ido apareciendo en su relación con sus amigos, sus familiares u otras personas importantes para él. Por ejemplo, haciendo que cambien su actitud en aquello en lo que no ayudan sino que va en contra del progreso de la terapia, o incluso dejando de prestar tanta atención a las personas que critican sin aportar nada y sin tener una actitud constructiva.
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Referencias bibliográficas:
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