10 hábitos para prevenir trastornos psicológicos

COMPÁRTELO
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram

Nadie está predestinado a experimentar un trastorno psicológico. Si bien es cierto que a lo largo de la vida es probable entrar en alguna fase en la que la salud mental se ve comprometida (por crisis familiares, enfermedad, etc.), lo cierto es que hay mucho que podemos hacer para evitar en la medida de lo posible la aparición de estas alteraciones psicológicas. En este artículo vamos a ver 10 hábitos para prevenir trastornos psicológicos, y además explicaremos varias maneras de incorporarlos a tu vida de una manera consistente.

Hábitos para prevenir trastornos psicológicos

Estas son varias de las rutinas que puedes seguir para prevenir la aparición de trastornos. Muchas de ellas tienen que ver con prevenir la ansiedad, un elemento psicológico que aparece en la mayoría de trastornos mentales.

 

1. No consumas drogas

Este es, posiblemente, el hábito más eficaz para evitar tener problemas en lo relativo a tu salud mental: alejarse de las drogas todo lo posible. Incluyendo el alcohol y el cannabis, que si bien en ciertos entornos gozan de buena imagen (a pesar de que la venta de lo segundo esté prohibido en la mayoría de países), también tienen serias repercusiones psicológicas y son capaces de generar dependencia.

Son muchos los estudios que indican que el consumo de drogas aumentan mucho el riesgo de empezar a manifestar trastornos de tipo psicótico, e incluso si estos síntomas no aparecen, la adicción suelen venir acompañada de alteraciones mentales muy negativas para la salud.

Por cierto, que una droga sea considerada un producto “natural” tampoco es excusa. Hay muchas cosas que a pesar de ser consumidas sin procesarlas demasiado pueden llegar a dañar mucho el funcionamiento del organismo.

2. Duerme bien

Dormir permite que nuestro sistema nervioso se repare y se prepare para un nuevo día en el que deberemos gastar energía y concentrarnos. Acostumbrarse a no tener las horas de sueño necesarias nos perjudica de dos formas: empeora nuestro estado de salud de manera directa, y nos predispone a tomar sustancias que pueden agravar la situación.

3. Haz ejercicio moderado

Practica ejercicio o algún deporte cada dos o tres días, durante más o menos una hora. Esto no solo servirá para ponerte en forma: además, te activará y te proporcionará un contexto en el que desconectar y descargar tensiones.

El hábito de practicar deporte a menudo resulta especialmente eficaz para prevenir los trastornos de ansiedad.

4. Organiza bien tu tiempo

No organizarse bien puede aumentar el riesgo de que empiecen a manifestarse trastornos mentales, porque genera picos de estrés y de ansiedad, y muchas veces nos lleva a aislarnos por falta de tiempo para estar con más gente. Lo cual nos lleva al siguiente consejo

5. Cuida tu vida social

Relacionarnos con los demás no solo sirve para pasar el rato, obtener información y contar con ayuda cuando la pedimos. También tiene un efecto en el funcionamiento de nuestros procesos mentales.

Y es que el aislamiento resultante de pasar mucho tiempo a solas propicia la rumiación, la frustración, sedentarismo, y en general no nos aporta referentes externos para saber en qué momento nuestra salud mental empieza a declinar.

6. Mantén tu mente activada

Es importante que te plantees metas psicológicamente estimulante, objetivos que te obliguen a salir de tu zona de confort. Los hábitos de vida caracterizados por la monotonía hacen que nos estanquemos, mientras que mantener más actividad nos permite reforzar la calidad de nuestras capacidades cognitivas: memorizar, razonar, comunicarnos, etc.

7. Acude a profesionales cuando haga falta

Puede parecer obvio, pero para prevenir trastornos mentales, es importante disponer de la determinación para ir al psicólogo en cuando empezamos a notar que algo no va bien. Postergarlo tan solo empeorará la situación, en muchos casos.

8. Come bien

Otro aspecto básico de la salud mental es que el modo en el que nos sentimos física y psicológicamente depende de la materia prima que le aportamos a nuestro organismo.

Asegúrate de comer bien y de disponer de todos los nutrientes necesarios. De este modo t cuerpo no sufrirá para llegar a los objetivos relacionados con las demandas del día a día (madrugar, llegar al trabajo, concentrarse en una tarea, etc.) algo que podría resultar en un estado psicológico descompensado (un trastorno de ansiedad, baja autoestima por no alcanzar las metas, etc.).

9. Haz escapadas a la naturaleza

Este es otro de esos hábitos para prevenir trastornos mentales que tienen que ver con la importancia de desconectar de nuestras preocupaciones y obsesiones.

Pasear por entornos naturales nos ayuda a dejar de prestarles atención a ciertos pensamientos persistentes y que nos pueden inducir a estados de estrés. La naturaleza nos invita a perdernos en el aquí y el ahora, en el mundo de las sensaciones, algo que se parece mucho a lo que ocurre al meditar.

10. Aprende a no compararte con los demás

Las personas que están constantemente comparándose con los otros tienen más posibilidades de sufrir a causa de inseguridades, baja autoestima, etc. Hay que acostumbrarse a adoptar un punto de vida distanciado y neutral, que no sea presa de la desesperación por agradar a todo el mundo o por encajar en los cánones de lo bello o lo popular.

 

Logo para botón de llamada a la acciónDescubre cómo te puede ayudar nuestra terapia psicológica

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders. Arlington, VA: American Psychiatric Association.
  • de Weerth, C. (2017). Do bacteria shape our development? Crosstalk between intestinal microbiota and HPA axis. Neuroscience & Biobehavioral Reviews. 83: 458–471. 
  • Jeronimus et al. (2016). Neuroticism’s prospective association with mental disorders halves after adjustment for baseline symptoms and psychiatric history, but the adjusted association hardly decays with time: a meta-analysis on 59 longitudinal/prospective studies with 443 313 participants». Psychological Medicine 46 (14): pp. 2883 – 2906.
  • Öhman, A. (2000). Fear and anxiety: Evolutionary, cognitive, and clinical perspectives. In Lewis M, Haviland-Jones JM (eds.). Handbook of emotions. New York: The Guilford Press. pp. 573–93. 
  • Weston, D.; Morrison, K. (2001). A multidimensional meta-analysis of treatments for depression, panic, and generalized anxiety disorder: An empirical examination of the status of empirically supported therapies. Journal of Consulting and Clinical Psychology. 69 (6): 875–899.

 

COMPÁRTELO
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram

autora del artículo

Picture of Por Laura Palomares Pérez

Por Laura Palomares Pérez

PSICÓLOGA - SEXÓLOGA COLEGIADA M-15270

Laura Palomares (Madrid, 1973) se licenció en Psicología en la por la UAM, funda y forma parte de Avance Psicólogos desde el año 1999. Amplía su formación en los siguientes ámbitos de la psicología: Título de Formadora en Sexología por el Instituto de Ciencias Sexológicas (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henarés. Master en Sexología por el Instituto de Sexología de Madrid (In.Ci.Sex) Universidad de Alcalá de Henares. Prácticum en la Sociedad Sexológica de Madrid-Fundación SEXPOL. Título de Especialista en Terapia Gestalt, por la Fundación Laureano Cuesta en la Universidad de Comillas. Especialista en Terapia de Pareja, por el Centro Psicológico Dr. De Francisco. Diploma en Técnicas de Integración Cerebral (TIC), por el Centro de Terapias de Avanzadas. Tras 25 años de experiencia como psicoterapeuta, ahora colabora como divulgadora para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

Ver todos sus artículos y credenciales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Artículos relacionados
Tendencia ahora
Conecta con tu bienestar emocional
Contacta con tu psicólogo hoy mismo
Scroll al inicio