¿Qué es la terapia psicodinámica y para qué sirve? A lo largo de la historia de la psicología, un aspecto de la mente humana que ha despertado mucho interés en los investigadores es el fenómeno de lo inconsciente. Es decir, la parte de los procesos psicológicos que ocurre sin que nos demos cuenta, ajena a nuestras decisiones voluntarias. La terapia psicodinámica es uno de los planteamientos que surgen de la voluntad de comprender mejor esta parte que los individuos desconocen de sí mismos, y como es uno de los enfoques terapéuticos más importantes, en este artículo explicaremos qué es y cómo se utiliza para tratar a pacientes.
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¿Qué es la terapia psicodinámica?
No resulta sencillo explicar qué es la terapia psicodinámica, pero a modo de resumen empecemos con sus dos características principales: el hecho de que surge a partir de las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud, y su inspiración en las ideas de la filosofía existencialista y posmoderna.
Por un lado, la terapia psicodinámica pone el foco de la intervención psicológica en la parte inconsciente de la mente humana, entendiendo que esta es el verdadero motor de aquello que hacemos o pensamos de manera consciente.
Por el otro, asume que la manera en la que las personas interpretan la realidad y extraen conclusiones de lo que les ocurre es única en cada individuo, y que no es posible reducir la psique humana a categorías capaces de ser analizadas cuantitativamente. Es por ello que la realidad psíquica de cada persona es fundamentalmente subjetiva y corresponde a cada uno darle un cierto orden y sentido, según esta perspectiva terapéutica.
Pero veamos más en detalle de qué manera la terapia psicodinámica se inspira en las obras de Sigmund Freud y de sus seguidores.
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Sus fundamentos en el psicoanálisis
Sigmund Freud es conocido por ser el principal desarrollador e impulsor del psicoanálisis, un paradigma psicológico surgido a finales del siglo XIX que ya desde el principio se caracterizó por entender la mente humana como una estructura que cuenta con varios niveles: algunos más superficiales y accesibles para nuestra consciencia, y otros más profundos y fuera del alcance de nuestros estados conscientes.
Pues bien: para Freud y sus seguidores, es este nivel más profundo e inconsciente el que de verdad explica por qué pensamos, sentimos y nos comportamos como lo hacemos, y la parte consciente es tan solo una máscara que recubre todo lo que realmente somos.
De vez en cuando, según el psicoanálisis freudiano, contenidos de lo inconsciente emergen a través del filtro de lo consciente y nos pueden dejar extrañados o confundidos mediante la vivencia de ciertos sueños, determinados errores al hablar (como cuando decimos por error una palabra cuando queremos decir otra) o algunas acciones que realizamos casi sin pensar y que aparentemente no tienen sentido o son inapropiadas.
Pero en la mayoría de las ocasiones, la cara inconsciente de nuestra mente se expresa a través de la parte consciente sin que nos demos cuenta.
¿Y cuál es la razón de ser de este parte consciente, entonces? La respuesta a esto nos explica también por qué la terapia psicodinámica se llama así.
¿Qué significa “psicodinámica”?
Según el psicoanálisis, los componentes conscientes de la mente humana están ahí porque las mecánicas inconscientes que nos mueven necesitan un contrapeso que evite que nos dominen las pasiones y las fuentes de angustia y ansiedad que marcan nuestra existencia, debido a las discrepancias entre lo que deseamos y lo que la realidad nos puede ofrecer.
Así, la parte consciente es aquella que obliga a la inconsciente a someterse a una cierta armonía y orden, a no someter a todo el cuerpo a impulsos, deseos irrefrenables y conductas disruptivas que nos impidan socializar con los demás.
Por eso, a la vez que para Freud en la psique del ser humano existe una división entre lo consciente y lo inconsciente, también existen otra clase de fronteras en nuestra mente: las que separan tres instancias mentales que son el Ello, el Yo y el Superyó.
- El Ello es la instancia psíquica pasional que nos mueve a conseguir aquello que queremos en el aquí y el ahora.
- El Superyó es la que nos lleva a intentar ser la versión más perfecta posible de nosotros mismos de acuerdo a ciertas normas morales que adoptamos de la cultura que nos rodea.
- El Yo es la instancia que intenta arbitrar entre las dos anteriores para encajar lo mejor posible en el mundo y sobrevivir en el intento, sin dejarnos llevar por impulsos que nos matarían ni aferrarnos de manera obsesiva a las normas para no caer en crisis mentales.
Este conflicto no es malo de por sí, pero está en su naturaleza ser vulnerable a ciertos desequilibrios, y cuando por algún motivo hay claras ganadoras y claras perdedoras, solemos experimentar malestar o generar situaciones que nos producen malestar.
Así pues, según la perspectiva del psicoanálisis, el funcionamiento de la mente humana se basa en el conflicto constante entre instancias psíquicas con intereses contrapuestos: ese choque de fuerzas es el componente dinámico al que se refiere la palabra “psicodinámica”, porque la mente no es algo estático, sino algo que cambia constantemente y que no existiría sin ese continuo movimiento interno.
¿Para qué sirve la terapia psicodinámica y cuáles son sus objetivos?
La terapia psicodinámica no tiene como objetivo ni hacer que todo lo inconsciente pase a lo consciente ni que nuestro lado pasional se someta completamente a nuestro lado moral, porque eso sería imposible e intentarlo resultaría dañino.
Su objetivo es, en todo caso, contribuir a que en la mente y en la conducta de las personas exista un equilibrio sano, y permitir que conflictos psicológicos enquistados en lo inconsciente puedan ser expresados y comprendidos por la persona, para poder reconciliarse con uno mismo y darle un nuevo significado a viejos traumas, miedos irracionales, creencias disfuncionales y deseos frustrados.
De esta manera, apuntando al verdadero conflicto psicológico que tiene lugar entre lo consciente y lo inconsciente, y no solo al síntoma, se pretende tratar desde la raíz las diversas formas de malestar psicológico y los patrones de conducta que nos traen problemas y que son consecuencia de fenómenos mentales que, a pesar de estar en nosotros, desconocemos.
Eso sí, la terapia psicodinámica no es como las sesiones de psicoanálisis. En la primera, se pone énfasis en dar solución a problemas muy concretos en el menor tiempo posible.
Sin embargo, algunos de los métodos que utiliza son compartidos con los del psicoanálisis tradicional, como el uso de la asociación libre, en el que el paciente dice lo que le viene a la mente al pensar en determinados conceptos.
En cualquier caso, cada persona es motor de su propio cambio a mejor, y el terapeuta no impone; solo acompaña en el proceso de descubrirse a uno mismo.
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Referencias bibliográficas:
Anderson, E.M., Lambert, M. J. (1995). Short-term dynamically oriented psychotherapy: A review and meta-analysis. Clinical Psychology Review. 15 (6): 503 – 514.
Rycroft, C. (1968). A Critical Dictionary of Psychoanalysis. Nueva York: Basic Books.
Sundberg, N. (2001). Clinical Psychology: Evolving Theory, Practice, and Research. Englewood Cliffs: Prentice Hall.